Por favor, permitan que hoy me desahogue yo que paso muchas horas al día (muchos días a la semana) absorbiendo como una esponja los desahogos de las personas. Hoy mi desahogo es de agradecimiento total: ha sido un día top. Quiero compartirlo con ustedes. Síganme, por favor.
El día ha comenzado con el entrenamiento de un equipo nuevo compuesto por ocho personas, en verdad ocho directivos que en el minuto uno han querido clarificar que no se sentían tales sino responsables en el doble sentido de la palabra: de su propio trabajo y de otras personas a las que alientan, orientan y dirigen.
Esa propuesta iniciática ha dado pie a la reflexión del equipo entorno a los posibles vínculos entre los conceptos directivo-compromiso-responsable no sólo del propio trabajo sino del rendimiento o resultados del proyecto en su conjunto. El líder -muy divertido y liberado del papel dinamizador que habitualmente le toca realizar- ha disfrutado mucho observando a sus profesionales y al propio Coach y ha matizado con firmeza que (en su opinión) sí existe una vinculación rotunda entre la auto-consideración de "directivo" y los resultados globales del proyecto.
Un miembro de equipo ha asumido voluntariamente el rol de secretario del encuentro y redactará un acta con aprendizajes, discrepancias, puntos de mejora etc. Otro compañero ha ejercido con entusiasmo el rol de medidor de tiempo e impulsador de la toma de decisiones mientras que una tercera ha aceptado con alegría uno de los roles más difíciles al comienzo de un proceso de Coaching: el de ofrecer feedback -ella prefiere el término retroalimentación- a sus compañeros de equipo. El más joven del equipo ha recordado la importancia del inner game (del juego interior o poder de la actitud) tanto en el propio entrenamiento de hoy y sucesivos como en el logro de resultados tangibles del equipo.
Roles de Alain Cardon (padre del concepto Coaching de Equipo y reuniones delegadas) en pleno funcionamiento hoy en el despacho con una energía eléctrica, rápida, juguetona que a ratos desafiaba al Coach muy sana y vigorosamente y a ratos le permitía sacarles un poquito de la "zona de confort". Ha sido un lujazo de equipo. Dinámicos, rápidos, rebotadores, activos, respetuosos, facilitadores de las dinámicas y pelín escépticos ¡como debe ser!
El día ha terminado con un aluvión de llamadas telefónicas interesándose por el aprendizaje del diseño y logro de objetivos toda vez que al parecer (aún no lo he visto en papel aunque sí en versión digital) el Diario Vasco de hoy, rotativo del que se dice que lo que no aparece en él ¡¡no existe!! se hace eco del Coaching de nuestro despacho. Decenas de voces al otro lado del teléfono facilitando su Email para obtener más información, preguntando por fechas de cursos posibles y de lecturas inspiradoras.
Amo este trabajo. Es mi pasión y vocación: emites una esforzada señal motivadora-pedagógica-alegre-desafiante- y obtienes un eco de plenitud gratificante de otros seres. Es bellísimo ser testigo de la evolución de los equipos, de los directivos, de los responsables de vidas y departamentos.
Siento que la magia de los dioses me alcanza, otra vez, de otra manera. ¡Ah! no se lo digan a nadie: el de esta mañana es un equipo de alto rendimiento. Lo mediremos juntos: ellos, el líder y yo misma (si me lo piden) dentro de unos meses. Se lo contaré entonces. Promisse.
martes, 17 de febrero de 2009
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2 comentarios:
Claro que si... Da gusto cuando todo va "sobre ruedas", cuando el potencial humano se une formando una fuerza superior, positiva y constructiva que derrocha energia y..... satisface a los que ven que con poco, lo mucho que se hace y satisface al que hace "fluir" todo ese potencial humano. Enhorabuena Azucena, tu si que sabes aprovechar esos placenteros momentos.
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