Como una estrella fugaz que cruza la galaxia internauta, de vez en cuando aparece una joya. Ayer me tomé el tiempo de separar grano de paja del vertedero en el que se están convirtiendo nuestras bandejas de correo electrónico.
Tras la heroica propuesta fui recompensada porque -flotando en el magma de información, publicidad y comentarios- hallé un vídeo cuya delicada estética conmueve al firmamento. La pieza inspira ternura, y sugiere que cada uno de nosotros escribamos el auténtico guión de nuestra existencia aunque el empeño nos lleve toda una vida.
Producido en 2011, el vídeo se titula The Fantastic Flying Books de Mr. Morris Lessmore, dura catorce minutos, y a ratos roza la poesía.
Tómese como medicina homeopática en primavera: junto a una deliciosa taza de té bancha mientras a ratos se suspira y construye el porvenir. Después vuelva renovado a sus tareas cotidianas. ¡Que lo disfrute!
Dedico este post a mis compañeros del taller de escritura muchos de los cuales se identificarán con el protagonista.
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