miércoles, 18 de julio de 2012

Los negocios ¡son conversaciones!


Ocho de cada diez iniciativas innovadoras mueren
porque no se abordan algunas conversaciones delicadas.

Chris Bárez Brown, en Brilla, Sobrevive y destaca en el Trabajo. Editorial Conecta.



 


En ausencia de algo sublime leo, al atardecer, en la playa que hay junto a mi casa, en San Sebastián. Sublime como estrechar entre los brazos o saltar olitas con un bebé de dos años. En tanto la vida me regala (o no) ese tesoro construyo mi barca, frente al mar, y reagrupo tres ideas entorno a la innovación que emergen como submarinos en el magma de mi mente. 

Del curso de creatividad en el que participé la semana pasada en la Universidad del País Vasco, pesco las cuatro opciones de innovación que se enunciaron: de producto, de servicio, de proceso y de concepto. En el debate posterior a las máster clases me permití aportar una quinta posibilidad: innovar en el mercado. Por ejemplo, algunos de los empresarios con los que trabajo en Adegi se están internacionalizando a la velocidad del rayo -rayo a veces cegador de las normativas extranjeras o las peculiaridades sociológicas de mercados emergentes como el peruano, el brasileño o el chino-. Las profesoras no aceptaron mi propuesta hallándola poco ortodoxa.

Leo en Expansión que para José Ángel Sánchez Asiaín (en calidad de presidente de la asociación de tecnología Cotec) la innovación ha de ser una prioridad si se quiere construir un nuevo modelo productivo en la economía española. Maltrecha economía española -esto no lo dice Sánchez Asiaín sino el magma de mi mente-.

Por último, retomo este verano algunas lecturas atrasadas y abordo un librito de 221 páginas coquetamente maquetadas en las que Chris Bárez Brown desarrolla algunas de ideas simples con el desparpajo que hallarán también en sus vídeos (ver links más abajo). 

Afirma que ocho de cada diez proyectos innovadores mueren debido a que no se abordan algunas conversaciones delicadas. La extrema sencillez de esta idea me ha pillado en la playa -con marea alta y el sol ocultándose tras el monte Igueldo- y me ha resultado clave para entender porque no sólo las propuestas de I+D, sino algunas unidades de negocio, algunos equipos de trabajo, algunos líderes con rango de D.G., e incluso algunas empresas mueren por omisión. Omisión de algunas conversaciones delicadas entre el responsable directo de un equipo de investigación y un analista cuyo desempeño lleva años muy por debajo de los estándares mínimos de calidad (y/o decoro) de la empresa. Más ejemplos reales: evitar conversaciones espinosas con trabajadores a los que se ha filmado reiteradamente sustrayendo de la empresa costosos materiales que merman los beneficios de los accionistas. También conozco un caso en el que se está esquivando una conversación honesta con el comité de empresa sobre la situación financiera antes de acometer algunos despidos. Creerán que exagero, pero es el pan, la sal, y casi la hiel nuestra de cada día. 

Por favor, aborden "conversaciones delicadas" en su vida laboral y personal propiciando que florezcan ideas innovadoras, relaciones fructíferas, pactos de empresa sostenibles, productos geniales, conceptos novedosos y (en general) un valor añadido por el que el cliente esté dispuesto a pagar. Prueben, comparen con los conocidos resultados de evitar esos diálogos, y elijan desde la experimentación ¡cuna de la prosperidad!


http://www.marketingdirecto.com/especiales/publicaciones/chris-barez-brown-brilla-sobrevive-y-destaca-en-el-trabajo-%C2%BFquien-es-el-elvis-de-esta-oficina/
http://www.youtube.com/watch?v=mZwzU5_5gxg

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