domingo, 22 de julio de 2012

Vagancia Social

Aprovecho algunos ratos libres del verano para preparar encargos que se prolongarán durante el próximo año. Con regocijo estudio manuales que a lo largo de la última década se han ganado mi respeto por su sabiduría, practicidad, originalidad o, sencillamente, porque me identifico con el enfoque que proponen los autores para construir equipos transformadores en la empresa, un tema en el que deseo especializarme. 

El pretexto también me sirve para crear el esqueleto de una formación que impartiré a una docena de facilitadores de Zaragoza, Barcelona, Gerona, Bilbao y San Sebastián previa selección por currículum. Se desarrollará de octubre 2012 a junio 2013 -un sábado al mes, en mi despacho de la capital guipuzcoana- e incluirá tanto formación como supervisión de casos. 

Tras mi primera inmersión de buceo del año (esta mañana, a las 13 horas, con marea baja), tomando un martini en las rocas del Peine del Viento, me he puesto a leer el texto "Facilitación de Equipos de Trabajo" -investigación inédita de Sabino Ayestarán, profesor emérito de la UPV- y no sé si como efecto del etílico, del sol, o sencillamente del desarrollo argumental del libro, ha emergido como un corcho la expresión Vagancia Social: cuando en un equipo empresarial hay grandes diferencias entre el esfuerzo que realizan unas personas y otras para ayudarse mutuamente, baja la implicación de los individuos al nivel de las personas que menor apoyo ofrecen. Repito el concepto: cuando en un equipo empresarial hay grandes diferencias entre el esfuerzo que realizan unas personas y otras para ayudarse mutuamente, baja la implicación de los individuos al nivel de las personas que menor apoyo ofrecen, y a esto se le denomina en círculos académicos: Vagancia Social.


Con frecuencia observo a líderes que muestran comportamientos taimados ante quienes no están comprometidos totalmente con la tarea (objetivos del equipo) y las personas (apoyo mutuo), y aunque me consta que no lo hacen por maldad, las consecuencias son doblemente dañinas: bajan la implicación de todos los individuos al nivel del más insolidario, y se alejan de la eficacia.

La Vagancia Social es una enfermedad tan contagiosa como la varicela, y tan letal como el sida. Aún no se comercializa la vacuna, aunque trabajaremos en ello a partir de octubre... 

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