martes, 4 de abril de 2017

Vidas Experimentales


Toda la mañana en Southwark (London), el área en la que la concentración de arte por metro cuadrado es muy alta junto a Támesis. El frontal de la Tate Gallery me parece adusto, así que hago una fotografía de las casas que hay frente a la sede de numerosas obras de Dalí, Picasso, Matisse y Warhol, entre otros.



Mi interés por Southwark emerge de mi pasión por la acuarela, así que he ido a la zona este de la ciudad para conectar con la Royal Watercolour Society y disfrutar de casi un centenar de cuadros de diferentes artistas integrados en la exhibición de primavera. Escondida en un recodo junto al río -y muy cerca del Teatro de Shakespeare-, la Royal Watercolour Society alberga una pequeña librería donde compro un delicioso librito ilustrado que orientará algunos de mis esfuerzos con la pintura al agua.  Pido permiso y hago una fotografía a una acuarela que me fascina...



Después tomo un bote de regreso a casa y viajo por menos de tres libras gracias a mi Oyster (la tarjeta que permite moverse cómodamente por Londres utilizando todo tipo de transporte). Cojo el bote en Swan Lane Pier y me bajo Charing Cross Pier tras haber disfrutado de unas vistas fabulosas...



Finalmente llego a casa. El primer piso es el del piano -porque viven y trabajan dos músicos profesionales-; el segundo piso es de una pintora cuya casa parece un museo porque hace obras de gran formato y apenas le quedan paredes para exponer. El tercer (y último) piso es el nuestro.

La verdadera aventura comienza en la fiesta que nos ofrecen los vecinos llena de complicidad, descubrimiento mutuo y risas británicas sobre tres idiomas originales diferentes: francés, iraní y español ¡una auténtica Torre de Babel! 

No sé cómo ni porqué acabamos hablando de trabajo, salarios y vocación y -entre todos- tratamos de alcanzar cierto consenso entre la búsqueda de los sueños (satisfacción plena y desarrollo del potencial) y la necesidad de ganar un sustento que haga posible pagar una casa en un barrio bonito de Londres, alimentarse y costear la tarjeta Oyster. Está claro que vivimos en un inmueble de artistas ¿casualidad? ¿causalidad? desde luego al instalarnos desconocíamos a los vecinos así que resulta difícil saber si la vida está enviando algún mensaje secreto en una botella. ?!

Sea como fuere, bebemos un poco de champagne y charlamos durante tres horas en las que la pintora explica que ejerció durante veinte años como médico especializado en psiquiatría infantil y dimitió para dedicarse a lo que le hace feliz ¡pintar! La profesora francesa de piano fue periodista de la BBC durante una década. En la actualidad se dedica en exclusiva a compartir con niños y adultos su enorme pasión por el impacto liberador de la música. Después me preguntan por mi historia y les cuento que ejercí veinte años como periodista de informativos en RTVE y que en 2002 me reciclé como coach de negocios -a lo que me dedico-. Me preguntan si soy feliz y contesto con radical honestidad que ¡me apasiona!

Nos despedimos hacia las once de la noche con la sensación de haber tenido una conversación de calidad -en un idioma que ninguno de los seis tenemos como lengua materna- y haber contrastado nuestro pasado diferente y de alguna manera similiar como humanos experimentales al frente de vidas experimentales. Al día siguiente voy a Kew Gardens, un lugar que nunca acabas de conocer. Allí alimento mi pasión por la naturaleza y ¡mi propia alma!




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