jueves, 25 de septiembre de 2008

Freír al "pollito del miedo"

Estoy asustada ante la ponencia universitaria que he de ofrecer en Madrid a mediados del próximo mes de noviembre. No es nuevo en mi. Ya me ocurría cuando presentaba informativos en RTVE. Lo realizaba a diario, durante casi dos décadas, y, sin embargo, cada vez que se abría el micro, que aparecía la luz roja del directo, allí estaba el desafío de no carraspear, de no tartamudear, de no pronunciar en francés un vocablo inglés, de respirar justo en la coma, en fin... los trucos del oficio. Me pasa siempre que me enfrento a personas, aunque estén sentadas, sean cultas, posean MBAs, lleven traje y en sus tarjetas aparezca un cargo directivo. Acaso me ocurre con mayor intensidad precisamente si hay trajes ilustrados, portafolios de marca y tarjetas de diseño.

Freír al "pollito del miedo" es una de las maneras coloquiales que tenemos los Coaches para expresar: Primero, que todos tenemos miedo ante nuevos desafios. Segundo, que los conseguidores (evitaré la palabra triunfadores) tienen miedo, pisan sobre él como si fueran brasas ardiendo (A.Robbins), y siguen adelante hasta la consecución. Los más miedosos se quedan en la trinchera, bloqueados en sus creencias limitantes, en los peores escenarios imaginables, en sus miedos. Freir "el pollito del miedo" puede ser el principio de la creación de algo interesante en nuestra vida.

En otra entrada compartí -intuyo que con poco acierto- la fórmula mágica del desempeño como la resultante de nuestro potencial menos el ruido interno que nos bloquea. Desempeño = potencial - ruído. El miedo está siempre agazapado en la zona de los ruídos; de hecho, vestido con diez mil disfraces casi todo lo que nos frena, nos bloquea, nos distrae, nos limita es ¡¡miedo!! Entonces... ¡Sres. hagan juego! Es tan sólo un pollito amarillo, pequeño, al que podemos desplumar y freir con nuestro coraje, inteligencia, preparación, experiencia, know-how y sentido del humor.

En verdad un Coach lo que moviliza en sus clientes no es otra cosa sino el coraje, la inteligencia, la preparación, la experiencia, el Know-How y el sentido del humor de cada líder, de cada equipo. En el nucleo duro de mi miedo ante la ponencia universitaria de Madrid laten reiteradamente dos preguntas: ¿Qué ofrecer a un público hetereogéneo que sea, a la vez, práctico, auténtico, sencillo y valioso? y ¿Cómo hacerlo en el limitado tiempo que me otorgan las III Jornadas Empresariales de Coaching & Mentoring?

De momento quiero desarrollar una idea: El Coaching es el anti-cinismo personal, grupal, organizacional. El Coaching parte de la idea de que el ser humano es valioso en sí mismo y que al igual que una bellota contiene en su interior todo lo preciso para transformarse en un poderoso roble. El Coaching cree en el potencial de las personas más allá de las etiquetas de moda, de los departamentos de las consultoras que, ahora, "desarrollan personas" ¿qué desarrollaban antes, bonsaís? El Coaching se ancla en la certeza de que casi todo es alcanzable en esta vida. Y de que la magia reside en cómo gestionamos, cómo reaccionamos, cómo actuamos más que en el qué nos pasa( victimismo), qué nos limita( foco en la carencia) o qué nos hacen otros (responsabilidad de la propia vida, del propio destino). La persona al volante del coche de su existencia, de su vieje interior y exterior.

Coaching para freir el "pollito del miedo" y Coaching como el anti-cinismo organizacional. Creo en esas ideas como propulsoras de cambios que con frecuencia observo como testigo de lujo en las empresas, y voy a contarlo ante decenas de profesores, alumnos y empresarios. Ojalá no haya cerca una granja de pollitos ?!

2 comentarios:

Socrates dijo...

Permítame, antes de nada, preguntarle si acaso alguna cadena de restaurantes ha tenido algo que ver a la hora de escoger el animalito a freir...

Ahora en serio, me ha parecido una entrada, una vez más, muy interesante y con la que estoy 100% de acuerdo. La idea a desarollar me parece valiosa e interesante, creo que puede aportar ideas a los allí sentados y es más...no me cabe duda de que esa ponencia será magnífica. Ánimo!

udin dijo...

El público es heterogéneo y la ponente es única.
El público elige acudir y la ponente elige exponer.
El encuentro será auténtico.
Como coach animamos a nuestros coachees ser lo mejor de si mismo. Sin duda, tu experiencia sobre el tema tanto personalmente como "observadora de lujo" te llevará a lo práctico.
Si la gente se queda después de la ponencia con 2 o 3 conceptos será más que partida ganada.
A mi me encantaba "Calimero".