La ponente brillo sobre su propia inseguridad, miedos, ideas limitantes y nervios de la puesta en escena. Claro que allí estuvimos para sostenerla las personas que le apreciamos y sus seres queridos pero fue ella la que supo transformar su potencial interno (conocimientos y entusiasmo) y su potencial externo (club de fans allí presente) en una energía radiante que cautivó a medio centenar largo de personas que aplaudieron con ganas y pidieron más.
Contra todo pronóstico la vida nos sorprende. Hoy me he encontrado en el autobús con una persona a la que entrené hace... ¿tres años? Uno de sus objetivos de entonces era casarse y tener un bebé que -según me ha contado- ya es una realidad de quince meses. Le he percibido centrada... ¿feliz? Sí, yo diría que feliz si acaso este término no tuviera tan ambigua percepción. Superadas algunas crisis personales que trabajamos en su momento, re-enfocada su vida laboral en una dirección que nada tiene que ver con su anterior trayectoria profesional, y con su bebé, es una mujer diferente.
La vida -si le dejas- te sorprende positivamente. Hagamos nuestra parte y dejemos que el resto se teja bajo el manto de la incomprensible magia a la que llamamos destino.
1 comentario:
"Porque la vida puede ser maravillosa, Salinas!" (decía aquel...) y añadiría "si le permites sorprenderte" :)
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