Hemos tenido una avería en el blog que ha tenido la página fuera de servicio casi una semana. ¡Muchas gracias por su solidaridad, paciencia y sus mensajes de correo electrónico!
Como mini-detalle navideño deseo compartir con ustedes una idea que aún siendo muy sencilla (o quizá por ello) me fascina:
"... Cuando la mente está sosegada, en silencio y sin apegos, el pensamiento es un hilo que se anuda a Dios...".
El pensamiento, un hilo (acaso vertical desde el coronario -tope alzado de la cabeza- hasta el celeste y más allá). Que se anuda, se ata, se engancha... a Dios ¡qué bonito! ¿no les parece? Sea cual fuere su Dios, que hoy les acompañe entre manjares y manteles, entre pucheros, que decía Santa Teresa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario