domingo, 21 de julio de 2019

El exceso de ambición amenaza la empresa



El nada dudoso y bien trajeado Colin Mayer se atreve a poner palabras a lo que los consultores senior encontramos en las empresas cotizadas: los altos directivos solo piensan en su bonus y la gobernanza cortoplacista está motivada por la búsqueda del incremento del precio de la acción derivado de la mejora del Ebitda.

Cuando promuevo en las organizaciones conceptos vinculados a la "Teoría del Bien Común" (Christian Felber) a "Reinventar las Organizaciones" (Frederic Laloux) o más recientemente a "El valor de las cosas" de la profesora Mariana Mazzucato, me colocan algunas etiquetas de mayor o menor intensidad despectiva, según el rango del emisor y el grado de confianza que tengamos. El más duro de mis ceos me dijo que esos planteamientos eran propios de los "perro-flauta" eufemismo de "vagabundos". El más blando de mis ceos me tildó de "idealista", término que asocia a la poesía.

Así que hoy me alegra leer al profesor de la Universidad de Oxford, Colin Mayer, veterano experto en gobernanza empresarial y en el rol que juegan las corporaciones en la sociedad contemporánea. Nacido hace 66 años el reputado experto afirma que la ambición de los directivos y accionistas pone en riesgo a la empresa.




Desde la atalaya de quien ha cosechado el reconocimiento mundial de su conocimiento, experiencia y talento, Colin Mayer recuerda que las empresas han de tener un propósito trascendente y complementario a la generación de riqueza. "Los negocios han de dar soluciones a los problemas y necesidades de la gente de una forma rentable", afirma el experto. Para quien su propuesta resulte poco creíble, cita a la compañía danesa Novo Nordisk, líder en el segmento de insulinas, capaz de ganar dinero y de crear tratamientos alternativos baratos para los diabéticos de países emergentes que no pueden permitirse su producto estrella.  


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