Agosto. Observo el mundo y su devenir bajo el relajante influjo del verano. Hemos pasado del "buen paño en el arca se vende" a que todo sea posturero en la vida y los negocios. La apariencia por encima de la realidad, las sensaciones por encima de los datos, las opiniones imponiéndose a las evidencias: un juego (perverso) de espejismos en el que resulta complejo separar el trigo de la paja en la vida y los negocios.
Avanzo con mi "seniority" a cuestas. Aún pervive en mi la idealista que fui, y aún quiero transformar el pequeño mundo a mi alcance: las empresas, los equipos y las personas que contratan mis servicios.
Entiendo la "seniority" como la capacidad de reflexionar sobre lo que acontece, y le otorgo un valor estratégico. Reflexionar exige parar. Parar exige silencio mental, foco y atención. Además la reflexión precisa datos, evidencias, conocimiento y experiencia que consoliden puntos de referencia y permitan un enfoque que trascienda el blanco-negro dando paso a los claroscuros. La reflexión forma parte del pensamiento crítico al que tan poco aficionada es la civilización actual.
Repaso algunos libros del verano: "El valor de la atención", de Johann Hari e "Indistractable" de Nir Eyal y recupero algunos datos que permitan argumentar porqué avanzamos hacia la ausencia de pensamiento crítico, la reflexión y el análisis.
Una investigación realizada por Hewlett Packard concluyó que la distracción tecnológica (recibir llamadas, correos electrónicos y whatsApp continuamente) reduce el cociente intelectual en un 10%. Además los estudiantes sometidos a una prueba que al mismo tiempo reciben mensajes en el móvil obtienen una nota un 30% inferior a aquellos que focalizan su atención exclusivamente en la tarea. Por último, quienes se dispersan en el multitasking no disfrutan al cien por cien de ninguna de las actividades lo que les incapacita para alcanzar el estado de flujo (Mihaly Csikszentmihalyi).
¿Qué importancia tiene la falta de atención-foco? ¿Qué importancia tiene la ausencia de pensamiento crítico? Según los expertos algunas de las consecuencias son la pérdida de creatividad y -sobre todo- la tendencia a encontrar soluciones simplistas a desafíos complejos. ¡Un desastre! en mi opinión. A ustedes... ¿qué les parece?
2 comentarios:
Hola Azuzena!!
Leyendo esta entrada de tu blog sobre la distracción que implica el tratar de ser multitarea enfocado en el manejo de TICS, y el efecto contrario que se produce, percibo también un problema de trasfondo que hay que tener en consideración: la ansiedad.
Muchas veces es la ansiedad quien te provoca la necesidad de ser multitareas, bien por autoexigencia o por exigencia externa, pero al tiempo es la multitarea lo que te provoca ese estado de ansiedad. Por tanto, hemos llegado a un estado de rueda eterna de causa-efecto tipo "qué fue primero", del que es difícil encontrar una salida.
Me quedo con la sensación de que quien consiga salir de esa rueda será la persona que va a lograr un mayor desarrollo tanto personal como laboral.
Un saludo!! Emma SATSE Pontevedra
Gran reflexión-aportación, Emma. Lo que nos acontece a los humanos, en un entorno complejo, es multifactorial, también en el tema sobre el que pivota este post. Muchas gracias por asomarte al texto y por enriquecerlo con tu contribución. Un fortísimo abrazo. ¡Gracias, Emma!
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