jueves, 3 de noviembre de 2011

El silencioso sabio

Uno de mis mentores, Sabino Ayestarán, ha redactado un manual que recoge todos los conocimientos e investigaciones realizadas por este sabio en los últimos cuarenta años entorno a la construcción y el desarrollo de equipos en las organizaciones. En realidad es un libro, salvo por el hecho anecdótico de que lo tengo imprimido en Dina 4 y con gusanito en lugar de las tradicionales tapas y el ISBN correspondiente a un volumen publicado por una editorial. En este texto -que es una joya- Sabino hace gala de su habitual profundidad, llaneza e ironía, y captura por escrito una idea que suele citar cuando estamos juntos: "... no hace falta inventar el Mediterráneo...".


Esta tarde me he acordado mucho de Sabino al visitar durante dos horas la librería más grande de la ciudad donde ¡al parecer! se habían concentrado no sólo todos los donostiarras (en puente de todos los santos) sino todos los guipuzcoanos. En medio de esta saturación humana no he perdido los nervios ni el sentido del humor, ni siquiera la orientación hacia la zona dedicada al mundo empresarialEn la sección de management he dilapidado más de una hora ojeando libros en los que nos recuerdan la necesidad de dormir ocho horas, moderar la actividad al final de la jornada, pasear en la naturaleza, de comer sana y moderadamente, mantener relaciones afectivas y amistosas con el mayor número posible de personas y -en general- de un montón de  cuestiones lógicas, antiguas y más bien prosaicas. Si honramos la memoria de Maslow ¡pobre hombre! todo lo citado tiene que ver con la satisfacción de necesidades básicas, acaso primitivas que -en teoría- en el mundo civilizado y en la empresa son archiconocidas. 

En fin, ha sido una cruel paradoja buscar la excelencia en liderazgo y encontrar técnicas de respiración que yo practicaba en los años ochenta. Pura regresión ¿no les parece? Énfasis por inventar el Mediterráneo. Fíjense que no es que abdique de lo esencial: la alimentación, el descanso, las relaciones, la naturaleza ¡son verdades incuestionables! pero hace décadas (acaso siglos) que ya dimos con esa piedra filosofal ¿o no, resulta que no? Plof, qué bajón la sección de libros empresariales editados en 2011. 

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