domingo, 14 de marzo de 2010

Faltan manos: Remeros

Vivimos fragmentados, o a mi me lo parece. Piezas de un puzzle que no se recompone a falta de links lógicos-ilógicos-mentales-emocionales-espirituales-privados-colectivos-planetarios. La fragmentación atomiza el poder propio mientras intensifica la sombra. Es como si el samurai que somos manejase descompasadamente brazos y piernas, el sable y la cintura, las ordenes de ataque y retirada como una marioneta disarmónica: no vencería nunca a su rival ni -lo que acaso sea más importante- a sí mismo.

Vivimos enrocados en la tiranía de la mente, en la madeja del pensamiento: sabiendo mucho y practicando nada. Faltan manos, remeros en la materia, y acaso todo lo que conocemos y no usamos pese tanto como un saco de piedras atado a la espalda del devenir. ¿Por qué se produce esta desconexión? ¿Cómo recuperar la armonía que acaso no sea otra cosa que unificar el arcoiris que somos? ¿Qué perdemos/ganamos con la fragmentación?

Con frecuencia trabajo con personas hiper-dotadas no sólo por su coeficiente intelectual IE, sino por sus currículums atómicos: licenciaturas, másters, idiomas, cargos y, sin embargo, no consiguen hacer de ello un baluarte al desánimo, a la ineficacia, a la degradación, la controversia, o la desmotivación de sus equipos... ¿Dónde está el gap? Atónita compruebo que conocen al dedillo la teoría de los sistemas, los siete hábitos de las personas altamente eficaces, los rudimentos de la programación neurolinguística, las reuniones delegadas... pero ¡¡¡ No lo aplican en absoluto a la gestión de su día a día!!!

Ya se sabe: sólo las acciones mueven la vida, aquello que hacemos reiteradamente convirtiéndose en un hábito que nos acompaña como una segunda piel y se transforma en nuestra particular marca personal (Branding). La mayoría de ustedes ya saben mucho, acaso demasiado para que se apolille entre las neuronas. Teoría sin práctica es estéril. Quédense con ese concepto filosófico y practiquen, por favor, el bello arte de la acción sin la que no se producen resultados. El mundo precisa manos: remeros ¿se anima?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Debo ser perversa, porque me ha animado leer que lo que a mi me pasa, les pasa a gente con CI elevado, títulos universitarios, altos cargos...etc.
Yo soy, eso tan decadente: Ama de casa. Vivo en un pueblecito de 6.000 habitantes. Es un pueblo dormitorio en realidad. Cerca de ciudad, pero soporífero y frío. Largo invierno en el cual yo me deprimo, invierno tras invierno. Mi CI lo ignoro, no soy universitaria, pero leo mucha sicología, de la barata y de la de Google. Mi opinión es que, en una sociedad tan vacía, tan egoista, tan competitiva, tan hedonista, donde primero yo y por último yo, el ser humano decae. No existe el famoso feedback, ni el reconocimiento al buen hacer del compañero, ni la ayuda, ni el cortito de expresión buen rollito.
Más bien, somos egoistas y mezquinos, y envidiosos, temerosos, no me extraña!, no damos participación a otro. Y así es como se nos seca el seso y con él, el ánimo.
Faltan remeros?. Dad participación, contad con la población más entusiasta. De donde sale la mayor parte del voluntariado de este nuestro país. ¿Quienes?. Las amas de casa mayores de 50 años, con media jornada. Formadnos y contratadnos, porque tal vez ya no se use la letra 'd' en el imperativo, pero estamos deseando ser útiles en tareas que no sean cuidar nietos y mayores.
Los políticos no quieren.! Horror¡ se les iba a pique el momio de que trabajemos gratis. Pero...los empresarios tampoco?.
Pues entonces, que no se quejen ni ellos ni los de 'Coaching Estratégico' y etc..
Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola queridísima azucena, casualmente he encontrado este blog tuyo y he de felicitarte por el.tus reflexiones son muy certeras y me has ayudado a detenerme(siempre tan ocupada de sobrevivir y de poco vivir) y a reflexionar,cosa que no me lo permitía hace muchomucho tiempo,alejandome un poco de mi misma.
Gracias.
Ysabel

Kotxean dijo...

Azucena, me gusta lo que dices y como lo dices...
En mi caso soy un entusiasta remero, al que los callos en manos y "rabadilla" le son compensados con creces con cada pequeña cosa que obtengo en mi día a día...( por supuesto hay veces que he flaqueado )
Es cierto que eres una buena comunicadora, lo he podido comprobar un par de veces en vivo y directo.
Un placer seguirte!