domingo, 3 de abril de 2011

Rojo Meñique

Atenta al ritual, florezco con el rojo clinique que impertérrito aparece en mi vida -cada temporada- marcando el inicio orgánico de la primavera. Y aunque hoy el termómetro se ha desplomado a diez grados, llueve y una ligera brisa incomoda al paseante, me he acercado a la orilla del mar donde descalza y sin complejos el masaje de olas y viento revive al urbanita.

Compartiré con ustedes un secreto: cuando al despertar poso el pie desnudo en la pequeña alfombra y contemplo las uñas pintadas de rojo, de inmediato me sacude una oleada de buen humor y una sonrisa pícara se dibuja en mi soñolienta cara. Las diminutas uñas rojas saludan al día ¡y a la vida! de una manera mucho más eficaz que un sesudo tratado de psicología. Este año mi conexión con la naturaleza es salvaje, instintiva, animal, y aunque desde mi casa se ve el mar y la arena está a cuatro minutos del portal, hasta 2011 no había disfrutado tanto del marino paisaje. Me pregunto cuántas cosas más estarán al alcance de mi mano sin ser aún capaz de gozar en plenitud ?!

Tras el paseo, he retomado Primal Leadership -el fabuloso ensayo que me recomendó Maite y que por fin he abordado con el impulso de mi profesora de inglés-. En el volumen, Annie McKee, Richard Boyatzis y Daniel Goleman desarrollan la teoría del "líder resonante", que no es otra cosa sino el manager-directivo-profesional con células espejo incorporadas a su sistema límbico, el responsable de la sensibilidad/ insensibilidad a las emociones propias y ajenas. Resulta que esta competencia se demuestra como clave en la obtención de resultados. Un par de datos que hablan por sí mismos: hasta un 70% de la percepción que un trabajador tiene de su empresa depende directamente de la relación (emocional) que tiene (o no) con su jefe. En cuanto al clima laboral, repercute hasta un 30% en la pura producción de bienes y servicios.

En fin, al comienzo de la semana, podemos preguntarnos si somos líderes resonantes (capaces de de potenciar lo mejor de nuestros colegas) o disonantes (generadores de toxicidad emocional en el trabajo). Recuerde: El líder resonante crea más, y por si fuera poco ¡es más feliz!

1 comentario:

shop.nailsdn.com dijo...

Las uñas rojas son más que un color, son un símbolo de empoderamiento y audacia. Una declaración de confianza y fuerza, ¡un toque poderoso para cualquier ocasión!