En una larga conversación bajo las estrellas, en la playa de Ondarreta, mientras esperamos que comiencen los fuegos artificiales (estamos en la Semana Grande Donostiarra), trato de descubrir la magia. Me pregunto ¿dónde está el truco -o los trucos- que han hecho posible el viaje en coche (de vacaciones) de dos personas, durante diez días, comiendo en restaurantes, subiendo en funicular (Oporto) y montando a caballo (Llanes) por 540 euros cada uno?
Entre los dos, mil ochenta euros, tres países, un gps desactualizado que les hizo perderse en dos ocasiones, algunas noches en hoteles coquetos, otras en su propia tienda de campaña, algunas comidas en locales lugareños -lejos del turismo convencional-, y otras en sus propias cacerolas.
La fotografía superior ilustra el milimétrico control del gasto que ambos jóvenes se propusieron compartir al cincuenta por ciento al iniciar la aventura en Toulouse (Francia) con destino a Oporto (Portugal) tras visitar Asturias y Galicia (España). Cuando me lo enseñaron no pude evitar pensar en el término "ingeniería financiera"... Claro que -en el listado- no verán ni copas ni discotecas, y supongo que ese rigor ha hecho posible un hermoso viaje de auto-descubrimiento en conexión con la naturaleza. Aquí en la playa de Barru (Asturias):
No hay comentarios:
Publicar un comentario