sábado, 4 de agosto de 2012

Un corazón en una gruta

Tras recorrer seiscientos kilómetros en un caluroso día de verano por territorio francés y alcanzar la cima Col de Jau -situada a 1.500 metros de altitud-, desciendo sobre las piedras que se desprenden de las laderas de una carretera de montaña por la que con dificultad transita un sólo vehículo, mientras los árboles se ciernen sobre el coche formando un tupido arco que impide ver el firmamento. 


En Mosset me sobrecoge la belleza de un pueblo encaramado en la vertical y ¡por fin! llego a las Grottes des Canalettes, únicas en Europa, de unas dimensiones impresionantes, con una humedad y un frío que exigen anorak y calcetines de lana gruesa. La gruta sólo está abierta dos meses al año (julio y agosto) y el resto del tiempo permanente cerrada excepto para espeleólogos y científicos de todo el planeta que -como yo- se quedan boquiabiertos ante semejante maravilla natural.




En las Grottes des Canalettes la Orquesta de Cámara de Toulouse interpreta música barroca en el marco del Festival Pablo Casals de Prades.Tocar música de los siglos XVII-XVIII (de manera ortodoxa) exige el uso de cuerdas de tripa cuya resistencia máxima a la humedad es del 30%. Se da la circunstancia adversa de que en el interior de la gruta la humedad es del 100% por lo que los instrumentos se desafinan cada tres-cuatro minutos exigiendo de los músicos una pericia y un esfuerzo inusual. Contra pronóstico, técnica y entorno, la orquesta toca un intenso programa ante turistas y foráneos que aplaudimos por entusiasmo musical y para calentar las ateridas manos  ;-D 

En un solo de violonchelo conecto con la poesía ancestral del lugar aliñada con cierta nostalgia-tristeza y me da por llorar calladamente al descubrir que mi corazón no es un yo-yo con el que la existencia puede jugar todo el tiempo ya que las emociones y el estrés me "alcanzan" convirtiendo (a ratos) el vivir en un deporte de riesgo. 

Unos segundos de consciencia en la gruta y ¡vuelta al mundanal ruido! En el hotel, el aire acondicionado, la regeneración del agua en la piscina, y las cigarras cantando en la noche de Prades me devuelven cierta serenidad horas antes de mi 54 cumpleaños. Supongo que eso explica mi "flojera emocional", o quizá sea el impacto de sensaciones teñidas de cansancio junto a la sobrecogedora belleza del lugar.

2 comentarios:

H dijo...

Normal el llanto. Había que mantener la humedad ;)
Felices 55
Bicos,

H

Anónimo dijo...

Z O R I O N A K!!!
Te envío un montón de pompas de colores para que celebres tu cumpleaños explotandolas una por una... puedes pedir un deseo pr cada una de ellas y estoy segura de que se cumplirá todo lo que pidas.

mary