jueves, 28 de enero de 2016

Microrrelato


Este jueves las nubes semejaban nieve polvo por encima del Aneto y su belleza superaba la blancura de una pista de esquí tras una noche de cellisca. 

Ya en la T-4 (aeropuerto Madrid Bajaras) el último mural antes de la salida al metro también me ha parecido coqueto: peces que saltan fuera de la pecera como los emprendedores, los aventureros y ¡los profesionales inquietos!




En las tripas del metropolitano una pareja -agarrada del bracete- se reía con la misma frecuencia que chocaba contra los objetos: el banco de un apeadero, la esquina de la escalera automática e incluso una papelera. Mayores y ciegos su alegría de estar vivos y juntos superaba cualquier obstáculo: ciegos de ojos, visionarios de alma. ¡Bonita inspiración!


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