"Hay una presencia invisible del pasado en cualquier grupo social", afirma el biólogo, filósofo, investigador y místico inglés Rupert Sheldrake.
De hecho, la metodología sistémica aplicada organizaciones productivas -creada por Gunthard Weber- asienta su despliegue y eficacia sobre la aceptación de este principio: La invisible presencia del pasado en las empresas: ¿a quién se despidió injustamente? ¿quién sufrió un grave accidente? ¿a quién se excluyó sin razones objetivas? ¿a qué fundador se le borró de los anales de la historia?
Intrépida y resolutiva utilizo los conocimientos transferidos por mis maestros de las últimas décadas en un intento (casi desesperado) de que sirvan para solventar situaciones empresariales crónicas que -de vez en cuando- se tornan agudas e insoportablemente dolorosas para los profesionales implicados.
Esta semana he acompañado la transformación de un equipo en el que era necesario abordar una dinámica de duelo que diera "su lugar" a personas que ya no están en la organización. Comencé por pedirles que eligieran papeles de colores y que les "dejasen marchar" escribiendo sus mejores deseos y lo colocasen en un mural en el que yo había dibujado una paloma que se alzaba libre hacia el firmamento.
Teoría U: ¡Dejar Marchar! Otto Scharmer
Los profesionales realizaron la actividad con seriedad, respeto y emoción y alguno incluso se permitió llorar por los compañeros que habían decidido abandonar la empresa buscando su destino. Después hicimos un breve silencio en el que todo pareció aquietarse como si realmente existiera esa "mente extendida" -investigada por Sheldrake- en la que todos estamos conectados...
Pero la jornada debía continuar apuntalando el presente para construir el futuro así que les propuse que conectaran con las cualidades de las personas ausentes y que las hicieran propias realizando una captura de las virtudes que deseaban retener en la organización.
Teoría U: ¡Dejar llegar!
Escribieron conceptos como compromiso, compañerismo, capacidad de trabajo, entusiasmo, empatía, fuerza, alegría... virtudes que el cazamariposas capturó para que permaneciesen en la organización.
Técnicas de visual thinking aplicadas al trabajo en equipo
Dijeron sentirse más ligeros ¡mejor! y -aunque no estallaron de alegría- trabajamos el resto de la tarde como si algo se hubiera ordenado en esa presencia invisible del pasado que alcanza a todo grupo social.
Ya en el despacho hice un acta visual de la jornada y se la envié al comité de dirección como Memoria de la Actividad incluyendo los murales, las fotografías de los participantes enfrascados en las dinámicas y las conclusiones. Reconozco que las enseñanzas de Miryam Artola (visual thinking) me resultaron de gran utilidad en el trabajo con este equipo.
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