martes, 27 de marzo de 2018

Hemingway, la siesta y la productividad



La semana pasada facilité un taller a directivos de una multinacional del sector tecnológico. Dado que su horario de comida es de 13.00 a 14.00, nuestro workshop daba comienzo a las 14.05 en la sala Speed -nomenclatura que alude a los proyectos que precisan máxima velocidad de entrega a los clientes-. 




Aunque se trata de una multinacional, el noventa por ciento de los trabajadores son españoles y mantienen el hábito de la comida copiosa al mediodía, así que -durante las dos primeras horas del taller- varias personas luchaban por mantener la dignidad sin escurrirse de la silla -acunados por un estado de duermevela que pugnaba por mostrarse en plenitud-. 

Este hecho me produjo desconcierto y -aunque lo verbalicé en clave de humor- pude comprobar que no se trataba de aburrimiento, boicot o mala fe, sino que -según dijeron- era un comportamiento habitual. Hacia las 16.00 comenzaron a activarse por lo que deduje que durante al menos dos horas al día estos profesionales rinden bajo mínimos aunque se encuentren adscritos a un proyecto estrella ubicado en la sala Speed.



¿Cuánto rinde un trabajador español 
entre las 14.00 y las 16.00 horas?


Desconozco si mi observación de la semana pasada integra ese 55% de la jornada laboral que los españoles dedicamos a tareas improductivas o de bajo impacto, según IE Business School. Reflexionemos juntos ante el dato: más de la mitad de la jornada los profesionales no somos productivos para nuestras organizaciones. Es ¡tremendo! ¿no les parece? Veamos por qué...

  • Planificación defectuosa
  • Excesivas reuniones innecesarias
  • Esclavizados por el móvil

Un informe de Otto Walker Internacional ha estudiado las razones de semejante descalabro. Somos poco productivos porque planificamos defectuosamente, ponemos excesiva atención en los detalles, mantenemos demasiados reuniones innecesarias, tenemos muchas conversaciones triviales con los compañeros, nos cuesta decir "no" y poner límites, practicamos las multitarea y estamos esclavizados por el móvil. Aunque el informe no recoge el efecto "duermevela" tras la comida, después de la experiencia de la semana pasada  creo que debieran considerarlo...


No hay comentarios: