sábado, 7 de julio de 2018

Capacidad de Atención ¿Para qué?



He pasado la mañana en el jardín plantando esquejes de plantas grandes que me acompañan desde hace años. He puesto toda mi atención y cuidado en las frágiles (y mágicas) raíces de las que depende el crecimiento de los nuevos ejemplares.  Al mediodía tenía las uñas llenas de tierra y muchos esquejes enraizados en macetas. 

Por la tarde he trabajado con clientes y un project manager con el que cultivo una cálida relación profesional me ha preguntado (sonriendo) por la uña del meñique -donde aún era posible detectar un poco de tierra-. Me he sentido abochornada. He pedido disculpas y le he contado mi sesión de jardinería.

Con altos niveles de consciencia, el joven profesional es capaz de estar totalmente centrado en el diálogo que compartimos (entorno al desarrollo de su equipo), al mismo tiempo que conectado a sus pensamientos y emociones, a la orquídea que ha echado una flor y a la uña diminuta y terrosa que me ha avergonzado. Es un hombre inteligente de alto potencial al que los entrenamientos ayudan a parar, reflexionar, decidir y avanzar con una perspectiva nueva que se muestra eficiente en su despliegue profesional. Veamos los verbos: parar o desacelerar; reflexionar teniendo en cuenta numerosas variables tácitas y expresas; decidir desde el potencial soslayando las carencias; y hacer con atención plena, aquí y ahora, seleccionando información con ética y criterio. 





Tras el llamado "cociente agallas" que popularizó el neurocirujano Mario Alonso Puig, emerge ahora el término "cociente atencional" en el que ha profundizado el profesor de filosofía Gregorio Luri -autor de numerosos libros para docentes y padres- cuyas ideas esenciales podemos descubrir en este vídeo (cinco minutos de duración).

Afirma el profesor que "... en una sociedad saturada de información la capacidad de una persona para seleccionar con criterio se alza como una competencia clave para moverse con soltura en nuestro entorno profesional...".

La mente tiende al vagabundeo -digamos que coquetea con varias cosas a la vez (el diálogo entre el project manager y yo, la flor, la uña terrosa...) ahora bien, la persona que se mueve por la vida de manera inteligente tiene la capacidad de volver con rapidez a la tarea. 

¿Cómo mejorar nuestra atención? Luri afirma que ayudan las matemáticas, la práctica musical, y la "lectura lenta". Creo que también pueden ser de utilidad pasar tiempo en silencio en la naturaleza, leer poesía, realizar artesanía, cocinar y disfrutar del vaivén de las mareas...

En mi opinión la atención plena es un prerrequisito de la eficiencia en la vida y los negocios. Y a su vez la desaceleración es un prerrequisito de la atención plena. En una palabra ¡vivamos a un ritmo orgánico y humano! Slow Down. 


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