lunes, 9 de julio de 2018

Educación... ¿Adoctrinar o Desarrollar?



De 8 a 18 he estado lejos de casa. Poder hablar durante la jornada en dos ocasiones con mi familia ha llenado de sentido mis actividades. Hay cosas y cosas y una rosa es una rosa es una rosa... (*)

He acudido a Bilbao para formarme, reformarme y deformarme en un curso sobre Competencias Existenciales impartido en la Bizkaia Aretoa de la Universidad del País Vasco, junto al Museo Guggenheim. Aunque la sala Chillida estaba repleta de adultos procedentes de toda España, el aire acondicionado me ha mantenido con la americana puesta. En los descansos, sin embargo, todos nos precipitábamos al patio Menchu Gal (en la fotografía) donde la temperatura superaba los treinta grados.




"Competencias Existenciales" suena raro- me ha dicho una amiga- si bien quizá sea lo único que debiéramos llevar incorporado de serie los humanos ¿no les parece?

Poco nuevo bajo el sol académico con claustro de profesores formados por Claudio Naranjo, médico, músico, psiquiatra y rabino de 85 años cuya prolífica obra pivota sobre la Gestalt, el Sat y el Eneagrama, entre otras disciplinas.

En la primera de las tres jornadas formativas pocas novedades para los corredores de fondo (veteranos buscadores) si bien he de reconocer que muchos educadores, asistentes sociales y consultores júnior se han entusiasmado con algunas perlas que rescato.




Vivimos en una sociedad disfuncional en la que la ignorancia es -más que nunca- ceguera de la que podemos despertar mediante la consciencia: estando presentes, aquí y ahora, atentos, en este cuerpo portador de mente, corazón y espíritu... 




Segundo aprendizaje que recupero de la jornada: "necesidad" es algo que si no colmas te puede enfermar (comer, dormir...); "deseo" es algo que si no consigues te produce enfado, cólera, ira; finalmente la "neurosis" se produce por desatender de manera reiterada nuestras necesidades. Hay que parar el ritmo mecánico con el que vivimos -afirma Francisco Elizalde- conectarse con uno mismo y escuchar... Continuará.


(*) Poema de Gertrude Stein.

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