domingo, 10 de mayo de 2020

Todos juntos... o no sale nadie



Ante la brutalidad de informaciones que nos asaltan, los profesionales mostramos desigual receptividad a las noticias que escuchamos. Es algo que me sorprende. Por ejemplo, observo que en general somos tremendamente porosos ante las cifras del paro, cierre de negocios y bajada del producto interior bruto, datos que los ciudadanos absorbemos como esponjas cuando en realidad nuestro margen de maniobra tiende a cero. Por contra, hacemos oídos sordos a los datos que (siendo también relevantes) podemos mejorar. ¿Por qué reaccionamos de este modo?

No tengo una respuesta, sólo una hipótesis obtenida de la observación y el análisis. Hipótesis que someto a su escrutinio.




A diario publico en Linkedin, red profesional donde me asomo para pulsar el latido de los negocios y el vaivén de mi sector. La mayoría de mis posts cosechan una media de 2.000 visualizaciones, 25 likes y 10 comentarios. La mayoría. Ahora bien, tengo una clamorosa excepción en un post que sólo tiene 200 visualizaciones, 3 likes y 0 comentarios. ¿A qué se refiere? Alude a uno de esos temas cuyo margen de maniobra está en cada uno de nosotros y que sin embargo obviamos escuchar. 

Gallup analizó el compromiso de los trabajadores con sus empresas y exploró 140 países. España quedó en el puesto 134 con un exiguo 6% de profesionales comprometidos con su compañía. El informe vinculaba compromiso con productividad y no hace falta ser un experto para darse cuenta del impacto que este dato tiene en los resultados empresariales ni en la economía de nuestro maltrecho país.




Hoy leo en The New Work Times un artículo del economista Mohamed A. El-Erian en el que apela al incremento de la productividad como elemento esencial en la recuperación post coronavirus. De no producirse -afirma el experto- el crecimiento de la economía global será débil y poco inclusivo lo que a su vez repercutirá en la desigualdad, la inestabilidad política y el alboroto de los mercados financieros. Como ciudadanos de un solo mundo... ¿a qué esperamos para ponernos en marcha desde nuestro pequeño o gran cuadrilátero aportando lo mejor de nosotros mismos, también en productividad?



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