viernes, 28 de agosto de 2020

The Bullet Journal

 

Este verano he convivido cuatro semanas con mi hija en la casa de San Sebastián. Ella se independizó hace siete años y vive en Londres. Nuestros encuentros son creativos, plenos de actividad y de conversaciones. A veces saltan chispas por cuestiones existenciales que entendemos de manera radicalmente distinta. Poco después de mi cumpleaños tuvimos una batalla dialéctica de mediana intensidad sobre lo que podía entenderse como ser más productivo pero que en realidad cuestionaba la manera de vivir con mayor satisfacción haciendo lo que hay que hacer, de la mejor manera posible, con el mínimo esfuerzo, para lo que resulta imprescindible (ese fue mi argumento inicial) estar radicalmente presente en el aquí y el ahora ¡una tarea cada vez! Ella no estaba de acuerdo y defendió que se puede ser muy eficaz en multitasking: cogiendo y dejando pantallas mentales (y de ordenador) abiertas simultáneamente y dando unas pinceladas en cada punto mientras avanza, se estanca o desintegra... No alcanzamos una conclusión aunque ambas quedamos impregnadas del argumentario de la otra y esto está bien... 




Después ella volvió a Inglaterra y yo permanecí en San Sebastián y me sumergí en la investigación de algunas referencias que permitieran clarificar mi pensamiento. Así topé con Ryder Carroll (en la fotografía) -autor del método Bullet Journal que da título a este post-. Se trata de un sistema analógico para la era digital que reduce el flujo de distracciones (información innecesaria que nos alcanza por múltiples canales) y nos permite ser más productivos. Todo a partir de una libreta y un bolígrafo que hay que usar con profusión. 

The Bullet Journal invoca la práctica de la presencia plena y recuerda (un poco) la escritura automática de Julia Cameron (El Camino del Artista) práctica matinal que vacía la mente, serena las emociones y clarifica el pensamiento -además de potenciar la creatividad-.

Mis investigaciones también me llevaron a conectar con el concepto ma-ai, término japonés que proviene de las artes marciales y que se traduce como "intervalo" o tiempo de tránsito entre actividades que permite tomarse un respiro entre responder a un email, acceder a una página de ofertas o ver un tutorial.

Mi hija y yo volveremos a encontrarnos en Navidad y ya he decidido regalarle el libro de Ryder Carroll buscando una manera de trabajar conectada al arte de vivir intencionalmente. Ya veremos qué tal...
 


Si apetece conocer más del Bullet Journal puede escuchar la entrevista de cuatro minutos de duración en este vídeo.


No hay comentarios: