Trabajé veinte años como periodista; dos décadas dejan poso y un puñado de manías: por ejemplo, me pongo de mal humor si no leo varios periódicos. Leo a vuelapluma y, después, y profundizo en unos pocos artículos que mi radar considera de interés.
Pero desde el año 2002 trabajo como entrenadora de líderes y equipos y soy consultora en algunos proyectos. Esta ampliación de la mirada añade matices a la lectura de periódicos ya que sigo anotando los temas que despiertan mi curiosidad y -ahora- registro también las noticias interesantes para mis clientes: subvenciones a la exportación, tendencias en smart cities, normativa en teletrabajo o instituciones expertas en el mercado chino. Así que leo los periódicos con hambre y lleno dos estómagos: el propio y el ajeno.
Observo con inquietud que cada vez anoto menos temas para profundizar en una segunda lectura. Quizá se deba a la calidad de la prensa, mi propia evolución (cada vez me sorprenden menos los temas) o... al asqueo de cuánto acontece.
Tomemos una muestra: tras la partida de periódicos leídos hoy tan solo he encontrado cuatro noticias de interés para clientes y una que ha despertado mi curiosidad.
El martes 1 de septiembre se publica Rupturas, último libro de la pensadora Claire Marin.
3 comentarios:
La afirmación es compleja, Azucena…para mí, ser adulto comporta ser consciente de que, queramos o no, "somos y estamos" en relación, y actuar en consecuencia.
Un abrazo cálido
Bueno... Manel... quizá sea interesante contextualizar el marco en el que la filósofa realizaba su afirmación... aludía a la etapa de confinamiento... a la capacidad de poder estar solo en armonía con uno mismo... sin dependencias afectivas...
Por lo que se refiere a la sociedad... a la empresa... soy una entusiasta de la inter-dependencia... Un abrazo. ¡Gracias!
Ya, ya, no he dicho que no esté de acuerdo, he dicho que era compleja, creo entender básicamente a qué se refiere la autora.
Sólo que así, como sentencia, puede sugerir diferentes lecturas, entre otras la de aquellos que exaltan la preponderancia de la individualidad sobre la comunidad. Mi comentario iba en la línea de Simone Weil y pretendía ser complementario a lo que expones en tu artículo.
Weil resalta la importancia de las obligaciones para que se puedan dar los derechos. Es necesario, dice, asumir como propias [y no como impuestas] ciertas obligaciones para fortalecer la comunidad [o protegerla], por ejemplo, asumiendo la necesidad de poder estar solos para contribuir a la contención de la pandemia. De ahí que afirmara que la adultez comporta este conocimiento, el de que somos y estamos en relación, poder estar solos es “actuar en consecuencia” en este momento.
Un abrazo y gracias por compartir y por la conversación :) Un abrazo
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