La calidad y cantidad de "conexiones neuronales" es el primer paso hacia el éxito empresarial. El segundo consiste en cuidar la manera de hacer las cosas = cómo se toman (y despliegan) las decisiones...
En 1997 me enamoré de las conexiones que establecía Frank Gehry entre arquitectura, industria, historia, naturaleza y humanismo. También me cautivó su pasión por el proceso en la creación de nuevas realidades.
Recuerdo que en el acto inaugural del Museo Guggenheim Bilbao el arquitecto Frank Gehry hizo gala de un humor extraordinario y -para contestar a las preguntas de los periodistas- puso en juego la plasticidad neuronal de su cerebro al conectar una y otra vez los infinitos "nodos" de su mente dotando de sentido el diseño de un edificio singular.
El también arquitecto David Chipperfield -premio Pritzker 2023- actualiza ahora mi entusiasmo por las "conexiones improbables" que confluyen en negocios de éxito tras un cuidadoso proceso en la toma de decisiones.
Chipperfield también refuerza mi pasión por el "pensamiento lateral" que contempla enfoques paritarios entre todas las partes implicadas en un proyecto: naturaleza, economía, clientes, proveedores ... El pensamiento lateral que ofrece brillantes resultados en la arquitectura, resulta esencial en el mundo de la empresa y de los equipos de trabajo, en definitiva, en lugares donde el resultado depende de las personas...
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