miércoles, 20 de octubre de 2010

¿Reflexividad?

Una vez al mes un grupo de profesionales nos reunimos con un sabio: personalmente absorbo lo que dice, lo que calla, y lo que respira junto con algunas certezas, varias dudas, muchas lecturas, cientos de investigaciones y una vida dedicada a la enseñanza. Es catedrático de psicología social en la Universidad del País Vasco y un especialista en equipos académicos y empresariales.

A veces soy irreverente con las preguntas-desafío que le formulo, y pese a su edad (más de setenta años) y condición "aguanta" el envite con señorío. Tiene cintura, y una sonrisa pícara desde los ojos que calibra y piensa: comprendo... quizá... voy a revisarlo... tal vez... mientras vuelve a la ortodoxia de su pensamiento bien armado-alimentado durante cincuenta años.

Hoy hemos profundizado en la rivalidad entre dos-tres componentes de un equipo empresarial. Para ello hemos aplicado el "diagrama de afinidades", algo que le gusta mucho a Sabino Ayestarán. Tras gastar casi un taco de post it hemos alcanzado algún consenso, alguna conclusión y muchas incógnitas porque... a veces el diagnóstico de una situación es hipótesis en la que cualquier parecido con la realidad resulta pura coincidencia. Entiéndanme, no es que ponga en solfa los conocimientos, ni el diagnóstico, ni la interpretación del sabio, sino que la vida no es una fórmula exacta ni -a mi entender- existe una sola manera de abordar-solucionar-mejorar un dilema.

De hecho, el propio Sabino está interesadísimo en la innovación y en la creatividad que -al fin y al cabo- si yo no ando muy despistada, no es sino la ilimitada exploración de opciones, al menos en la fase de pensamiento divergente, de pensamiento lateral. Se ha interesado mucho por un curso de Neuronilla que organizan en Bilbao http://www.up-art.org/ mis amigas Miren e Isabel a mediados de noviembre 2010, porque intuye que hay algo que incorporar al pensamiento poliglota y articulado de los congresos y las sesudas publicaciones internacionales.

Hoy hemos aprendido mucho con el sabio, tanto, que excede el formato de un post. Sin embargo, quisiera cerrar la impronta con una idea: la reflexividad o capacidad de las personas, los equipos o las organizaciones para reflexionar conjuntamente sobre lo que están haciendo, lo que ocurre... Se trata de pararse a mirar, a observar lo que hay, lo que es.

Buen aporte vitamínico para la jornada: con honradez, libertad, y genuino deseo de cambio, pongamos un gramo de reflexivilidad en nuestra vida: ¿Qué está pasando?

No hay comentarios: