La noche ha dejado una capa de hielo sobre la bicicleta, el pavimento, las macetas y jardines de Rotterdam city. Seis bajo cero, a las diez de la mañana de un domingo de sol radiante. Dos horas más tarde en la cafetería Rekening 5 (www.rotown.nl) disfrutamos del segundo desayuno -mientras los holandeses almuerzan-, leemos la prensa española que llega a centroeuropa (El País), ponemos al día nuestros correos electrónicos y colgamos en Facebook el "evento" de mañana.
La sirena toca como solista (violín) en De Doelen junto a su profesor de master Gordan Nicolic, de pie y con cuerdas "de tripa", como en el siglo XVII (Barroco). Manías de genios. Al concierto acudirán una treintena de amigos y ninguno habla castellano. Por segunda vez, en este breve viaje a Holanda, conecto con lo evidente: It´s a big, big world (un ancho mundo) al que pertenezco. No quiero que me cesen ¡he de retomar mis clases de inglés conversacional!
La sirena toca como solista (violín) en De Doelen junto a su profesor de master Gordan Nicolic, de pie y con cuerdas "de tripa", como en el siglo XVII (Barroco). Manías de genios. Al concierto acudirán una treintena de amigos y ninguno habla castellano. Por segunda vez, en este breve viaje a Holanda, conecto con lo evidente: It´s a big, big world (un ancho mundo) al que pertenezco. No quiero que me cesen ¡he de retomar mis clases de inglés conversacional!
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