martes, 7 de junio de 2011

Coaching, deconstrucción del concepto



Les diré lo que hay sobre la pequeña mesa redonda en la que me encuentro de manera que sea comprensible el compost emergente de mi texto: un artículo de fondo sobre Ai Weiwei www.aiweiwei.com publicado en Londres por Ivorypress que incluye fotografía del artista dejando caer al suelo un jarrón de la dinastia ming; un libro de Brené Brown que me está haciendo picadillo; la funda de mis viejísimas gafas de pasta, los tres bolígrafos de colores, la agenda Quo Vadis con forro naranja, un pen drive, y un folleto con la programación cultural de la biblioteca de Bidebarrieta donde el escritor Bernardo Atxaga ofrecerá una conferencia el 24 de noviembre a las 19 horas ¡tomen nota!

Les contaré que me encuentro en una silla de cuero, bajita y ancha, en el pasillo de la Biblioteca central de Bilbao (Diputación). Planta tercera, repleta de estudiantes, edad media: 22 años. Planta segunda repleta de estudiantes, edad media: 22 años. Planta primera repleta de jubilados, hombres, edad media 65 años. Me quedo en el corner que mi imaginación ha encontrado: un pasillo con silla y mesa enanos. Me siento sobre dos libros, saco el arsenal inspirador y tecleo: es mi manera de respirar.

Al despertar tenía uno de esos días en los que el cielo es gris y es plomo porque cae sobre tus hombros con el peso de un yunque de Altos Hornos de Vizcaya. Tras el segundo desayuno -costumbre que mantengo desde los años noventa- el plomo era cobre ¡más ligero y colorido! Después de contestar una docena de Emails y de escribir un rato, el plomo era casi pluma y me he acordado de Kundera y su libro sobre La insoportable levedad del ser. Y ete aquí, con ustedes.

Los viajes cunden si no te dedicas a dormir. El de hoy me ha servido para pergeñar una reflexión entorno a mi oficio que -dicho sea de paso- cada vez encuentro más misterioso, fascinante y cansado a un nivel no sólo orgánico sino existencial. Volveremos a ello otro día. Me ha dado por jugar mentalmente con ideas entorno al entrenamiento profesional de las personas. Y he deconstruido una indefinición provisional que, como otras, veré reproducida por otros profesionales del gremio como si fuera propia, je je.

Mi oficio consiste en mantener conversaciones profesionales estructuradas -sobre temas personales o profesionales- que se desarrollan sin emitir juicios, en un proceso que se vertebra a partir de: conexión, reflexividad y preguntas poderosas (desafiantes) + ¡acción!

Arranca desde el lugar en el que nos encontramos, y avanza hacia el lugar soñado (objetivo) a base de preguntas, reflexiones-conclusiones y acciones ¡lo único que mueve la vida! Inherente al entrenamiento profesional es el cambio, ya que "sólo los locos pretenden seguir haciendo lo mismo y obtener resultados diferentes" (Einstein). Esto lo que pienso y deseo compartir sobre todo para aquellas personas que me otorgan el grado de tutor ¡Ay Dios, qué responsabilidad!

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