Acabo de llegar al despacho. Son las once de la mañana del domingo 5 de junio 2011 y me pongo a trabajar para recuperar el middle day off del viernes. Hay 16 grados en la bahía, la calle aún está serena, silenciosa -excepto por lo trinos de los pájaros que viven estos días el ritual de seducción y apareamiento-. Para estas horas ya he visto casi un centenar de árboles, decenas de jilgueros, gaviotas, pavos reales, patos y otras alimañas. Las margaritas aún no se han abierto. He comprado los periódicos que todavía no he abierto y me he tomado un cortadito en vaso mientras leía la introducción al libro de Brené Brown titulado The gifts of Imperfection, Los regalos de la imperfección... una gozada. Si tienen tiempo, visiten su blog: www.ordinarycourage.com
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1 comentario:
No solo un regalo, sino el más real de los regalos. Es la imperfección la que permite la evolución. La perfección no precisa cambios, gracias a la imperfección evolucionamos, mejoramos.
Otro libro: "Elogio de la imperfección" de Rita Levi Montalcini, premio nobel de Medicina, con carácter autobiográfico. Muy bueno.
Bicos,
H
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