lunes, 16 de noviembre de 2015

Mi reino por ¡un gramo de consciencia!


Algunas mujeres son realmente inspiradoras y -vivas o muertas- su aroma nos llega si estamos en activa "búsqueda y captura" de impulsos que nos animen a avanzar sobre la duda o el miedo a lo desconocido. Pero avanzar exige eludir la complacencia previa a la decrepitud.

No es cuestión de edad ni condición, tampoco de género, aunque me motiva saber que otras profesionales han conseguido hacer oir su voz (acaso su vocación) por encima de algunos lastres añadidos. ¿Ídolos? ¿Modelos?  Referentes que alientan a seguir la propia senda, única e intransferible, donde se esconde el sentido de la vida. 




Conceden el Premio Cervantes al escritor Fernando del Paso (que dice vivir en la constelación de Andrómeda, en México) donde estos días mi hija y su orquesta han visitado el Museo de Frida Kahlo en lo que fue su propia casa -me explica sorprendida por la intensa carga emocional que alberga el recinto- donde la pintora luchó a brazo partido (en un sentido literal) por hacerse un destino artístico a pesar de los condicionantes extremos de su salud.




Por mi optimismo recalcitante tengo algunos apodos (quiero pensar que cariñosos) entre los profesionales a los que entreno, entre otros: alicia en el país de las maravillas y hoy resuena en mi cerebro aquella frase de Lewis Carol que tanto me gusta: "No puedo volver al ayer, porque ya soy una persona diferente". 

Quienes me conocen dicen que soy una persona diferente porque no utilizo movil en mi trabajo. Bueno, en realidad no utilizo movil salvo para hacer fotografías. El caso es que gracias a esa "rareza" libero tiempo de calidad para la vida y los negocios. Me explico: Sherry Turkle, del Instituo de Tecnología de Massachusetts (MIT) al que soy tan aficionada, acaba de publicar un libro en el que afirma que los estadounidenses consultan su móvil cada seis minutos y medio a lo largo de todo el día, incluso cuando están con su pareja en un restaurante, en casa con los niños, o trabajando. ¿Está en crisis el arte de conversar? se pregunta Turkle en Reclaiming Conversation.  

Desde que leí el artículo del Sunday Book Review no he dejado de pensar en el gran futuro que tiene mi profesión que se articula entorno al bello arte de conversar sin movil (ni tableta), en un espacio creativo de calidad -libre de interrupciones-, entorno seguro y confidencial, ausencia de juicios y foco-láser puesto totalmente en el desarrollo del potencial del cliente, su proyecto, competencias y habilidades.

En USA se consulta el móvil cada seis minutos, MIT.



Siendo pertinente la pregunta de Turkle: ¿está en crisis el arte de conversar? yo creo que está en crisis la consciencia de las personas que no conversan ni consigo mismas, ni con los demás (investigación a la que alude el MIT), ni con Dios para encontrar un gramo de trascendencia en la construcción de un futuro mejor y para todos -denominado la Sociedad 4.0-. 

Las conversaciones de calidad son "un medio" que propicia el incremento de la consciencia, el auténtico "fin" que se persigue. Consciencia, el futuro pasa por ahí. Creo... 


2 comentarios:

Joseba dijo...


En efecto, somos las conversaciones que generamos ( R Echeverria) , tanto como personas, como en las organizaciones que construimos.El bello arte de conversar, una competencia fundamental del Liderazgo.

Azucena Vega Amuchástegui dijo...

Hey, Joseba... que lujo te asomes al blog, de vez en cuando. Mil gracias.