lunes, 21 de septiembre de 2020

Pandemia, Economía y Sopa de Letras

 

Acabo de resolver el viejo dilema entre ciencias y letras. Los números y las letras se conjugan y dibujan escenarios de futuro a la pandemia y su impacto en países, regiones, sectores y clases sociales. Los opuestos se encuentran en algún lugar del infinito y ahora los expertos en números nos explican la posible evolución económica del planeta mediante el uso de letras como símbolos de tendencia. Me explico.





Al comienzo de la pandemia -marzo, abril-, los optimistas vaticinaron que la recuperación económica respondería a la letra V: fuerte descenso e idéntica remontada. Algunos -más cautos- optaron por el logotipo de Nike. Los precavidos temieron una recaída y hablaron de un futuro en forma de W: dos bajadas y dos subidas consecutivas. Los pesimistas esgrimieron la letra L como una crisis perpétua en la que el producto interior bruto (PIB) caería de una vertical a una horizontal. 

En septiembre del 2020 la realidad comienza a imponer su propia letra: la K, en la que las desigualdades son cada vez más acentuadas entre aquellos países, regiones, sectores y clases sociales que surfean la ola hacia arriba (palito ascendente) y aquellos que se deslizan hacia la nada (rasgo descendente). Preocupante ¿no les parece?

La última Encuesta de Población Activa (EPA) aporta datos: por cada 100 españoles mayores de 16 años, 22 son inactivos, 9 están parados, 22 están jubilados. De los que tienen empleo, 2 son empresarios, 5 autónomos unipersonales, 8 empleados del sector público y 31 trabajan en el sector privado (no todos tienen contrato indefinido). ¿Con qué letra se quedan?



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