lunes, 14 de septiembre de 2020

Pasear: contemplación y bienestar

 

No es que viva en una ciudad con mar... es que el mar y yo vivimos juntos, especialmente entre mayo y octubre que me baño cada día en el Cantábrico. Para los ciudadanos del interior el mar puede ser una constante cuyas características permanecen en el tiempo. Sin embargo para los marinos, pescadores, buceadores y bañistas el mar es diferente cada jornada.

¿Variables? La primera -y quizá más relevante- la marea, la temperatura del agua, la opacidad/ claridad que favorece o dificulta la visibilidad de peces, pulpos o erizos, la resaca que amenaza con sus fauces y el oleaje siempre más fuerte que tu. 

No es que viva en una ciudad con mar... es que el mar y yo somos uno durante muchas jornadas al cabo del año, por eso ahora estoy inquieta... Leo prensa internacional y descubro que hoy Israel ha confinado a su población... temo que España acabe decretando algo parecido lo que me impediría nadar en el Cantábrico... También echaría en falta  mi paseo cotidiano por los parques del barrio algo que me aporta bienestar y que ha propiciado que pese dos kilos menos. Hoy leo a Andoni Luis Aduriz en El País y descubro porqué...

 



Afirma el cocinero vasco que el 40% de los españoles tiene sobrepeso y un 20% padece obesidad (datos de la Universidad de Navarra) y sugiere que para alcanzar la mejor versión de nosotros mismos bastaría con consumir 250 kilocalorías menos al día (dos refrescos) o... caminar una hora... algo delicioso y saludable ¡que recomiendo!
 

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Paseemos como nómadas en la ciudad.

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