miércoles, 9 de septiembre de 2020

Donde vive la Felicidad

 

A diario camino por los montes del País Vasco. Es mi meditación en movimiento. Freno la mente y agilizo los pasos. Contemplación y -a veces- el regalo de una ardilla o una mariposa que se posa en la mochila. Otras veces una borda (choza de pastores) como la que mi amigo Ricard J. Sánchez ha fotografiado y reproduzco.

En estos paseos alcanzo la esencia de asuntos mundanos (con frecuencia laborales) que he dejado al pie de la montaña. Hoy he capturado una idea -acaso una conclusión- que deseo compartir: la felicidad no va de tener más, viajar o producir más... ¡todo lo contrario! La felicidad va de alcanzar la máxima plenitud con lo mínimo. No solo es deseable sino posible, y cuando te encuentras con el fascinante y brutal silencio de la naturaleza no hace falta nada. Nada. Nada. 





En mi trabajo con clientes surge el tema de la productividad entendida como hacer más, en menos tiempo. Más. Más. Más. Siempre he sabido que el dilema no es de metodología (me he formado en casi todos los sistemas de mejora de la productividad) sino priorizar, es decir: descubrir qué es lo importante en tu vida. Después hay que defenderlo frente a las mil distracciones que tiran de nosotros en todas las direcciones. A veces esa defensa exige que digamos "no" a algunas propuestas y eso cuesta... Ayuda formular la negativa con con amabilidad y respeto.

Finalmente si un directivo padece sobrecarga de tareas, el desafío no consiste en mejorar su productividad sino en delegar en un proceso que pasa por enseñar-confiar-tutelar-alentar-redirigir-volver a confiar-volverá enseñar y ... soltar-delegar en los miembros de su equipo. De este modo descubriremos la paradoja de que el desafío profesional consiste en hacer menos tareas: solo aquellas que sean relevantes. ¿Y el resto? ¡Delegar! Como dejó escrito Peter F. Drucker "... no hay nada más inútil que hacer de manera muy eficiente algo que no había que hacer".


Para saber más: Principios de Ray Dalio.
Para saber más: Eficacia Ejecutiva de Peter F. Drucker.
Para saber más: El Método Bullet Journal de Ryder Carroll.

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