sábado, 7 de marzo de 2009

Juego

Juego luego existo.
Hace unos días estuve en Alemania donde los ciudadanos practican estrategia jugando al ajedrez en los jardines de las ciudades aunque el termómetro se aproxime a cero grados. Utilizan enormes piezas (blancas y negras) huecas y ligeras sobre un tablero situado en el suelo de unos diez por diez metros cuadrados -ver foto correspondiente en el álbum Picassa de este blog-.

La tarde en la que me paré a contemplar la partida sólo había hombres. Parecían si no amigos al menos conocidos, parroquianos habituales de la estrategia mental que se reunen en un entorno hermoso cuajado de verde (árboles) y silencio y ajenos al ajetreo productivo de la ciudad -en este caso Stuttgart- para desafiarse cordialmente siguiendo unas reglas pre-establecidas que comparten.

Juegan y mantienen vivo al niño interior que todos llevamos dentro y se alimenta de actividades lúdicas cuya única finalidad es el gozo de practicarlas. Estuve allí un buen rato, me hice la fotografía correspondiente que ahora comparto con ustedes y me dio por pensar que el juego del ajedrez tal vez reproduzca a escala la vida misma. Negras y Blancas parten hacia la batalla dotadas con el mismo ejército y el triunfo o la derrota depende en exclusiva de la habilidad estratégica de quien lo mueva.

El contrincante más impulsivo (fichas negras) pensaba poco y sentía mucho. Con una agitación depredadora realizaba movimientos enérgicos -casi agresivos- y en su juego devoraba piezas como un tanque que avanza sin piedad sobre un campo de amapolas. Pronto cayeron a sus pies muchos peones, e incluso un caballo y un alfil blancos salieron del tablero humillados por el ejército enemigo -mucho más rápido y castigador-. El caballero negro parecía eufórico cuando en el movimiento decimotercero el jugador blanco (sin duda más estratégico) le espetó un jaque-mate al rey. Redoble de silencio. Contrariedad en el jugador de piezas negras. Derrota irreversible.

El temple lo es casi todo en la vida... pensé entonces y me alegré de llamar a mi empresa Coaching Estratégico es decir que tiene en cuenta los cambios, los vaivenes de las personas, los proyectos, el flujo financiero y hasta las modas. No me quedé contenta con esa reflexión y ya en casa -con el gato Fussel sobre mis rodillas- pensé que la esencia de la estrategia es la escucha; una escucha de calidad al propio fluir de la conciencia y a los movimientos externos del mercado, las personas y las tendencias.

In/ Ex ... Interno/ Externo... dos movimientos complementarios como el subir/ bajar de las mareas. Estrategia interna o saber hacia dónde te diriges (objetivo el Rey contrario) y estrategia externa o contemplación atenta de los movimientos que se van produciendo en el tablero (objetivo salvaguardar tu propio ejército). Si toda la atención está sólo en ti... pierdes perspectiva. Si toda la atención está sólo en el otro... pierdes perspectiva. In/ Ex... todo un vals.

Escuchar lo que las personas, circunstancias y situaciones dicen. También aquello que no dicen y que -a veces- es tan importante o más que lo que se formula en voz alta. En la vida y en el ajedrez las cosas precisan tacto, atención e intención. En fin, estrategia que entre otras cosas es pensar en el medio-largo plazo así como en las consecuencias de los actos que realizamos.

En el libro Controle su destino de A.Robbins se reproduce un experimento inquietante realizado con niños de tres años. Durante más de quince minutos se les dejó solos en una habitación en medio de la cual había una mesa llena de caramelos envueltos en papeles de colores. Se les explicó que mientras estuvieran en la habitación sólo podían coger un caramelo por niño y que el que no cogiera ninguno recibiría tres a la salida. De manera natural se formaron dos grupos: el de los niños que se comieron un caramelo de inmediato y el de aquellos que prefirieron esperar recibiendo tres caramelos a la salida. Al cabo de treinta años se realizó el seguimiento de las vidas de esos dos grupos de niños (entonces ya plenamente adultos). Curiosamente los que supieron postponer el placer inmediato por el triple placer posterior tenían mejor posición académica, económica, social y profesional. ¿Azar? ¿Coincidencia? o ... ¿Estrategia?

3 comentarios:

Azucena Vega Amuchástegui dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Isabel dijo...

El experimento que comentas, Azucena, lo conocí cuando leí hace ya unos cuantos años, el libro de Goleman, Inteligencia Emocional.
Inmediatamente, quise comprobar si mi hijo sería un futuro hombre de éxito o no. El resultado fue un tanto decepcionante: mi hijo no esperó casi ni a que saliera de la habitación.
Y eso me hizo plantearme dos cosas: la primera de ellas, si realmente había sido yo capaz de transmitir a mi hijo la maravillosa recompensa que le esperaría, si era capaz de controlar su impulso inicial (ergo, si yo seré capaz de contagiar a mis hijos, mis colegas, mis amigos, mis clientes... mi entusiasmo vital, a pesar del esfuerzo que hay que hacer a veces para rehusar "lo cómodo" aunque en ocasiones estéril de algunas ofertas); mi segunda reflexión se dirigió hacia la oportunidad que yo tenía de ser consciente de la importancia de educar a mi hijo en el "NO". Mi siguiente movimiento fue acercarme a una persona muy cabal, además de magnífico pedagogo social y maestro de maestros y padres: Javier Urra. Me "bebí" su libro "El pequeño dictador" y he aprendido mucho.
Mi caramelo encima de la mesa tiene a veces forma de apetitoso capricho gastronómico que debo rechazar por salud y no lo consigo; otras, tiene la forma de un bicho peludo y rojo, que es la forma que tiene "la rabieta" que se escapa y no puedo volver a guardar...
Que bueno que me hayas recordado este experimento.
Abrazos

Thalasos dijo...

En verdad, ese malvado experimento, que se hizo con Marshmallows (esas gominolas de malvavisco que ponen a la lumbre los yanquis durante las barbacoas) en Stanford y cuyos sujetos pasivos fueron los propios hijos del profesorado, demuestra pocas cosas, salvo que el código de interpretación que utilicemos se corresponda con la ética cristiana o el hinduismo clasista.
Respecto de las bondades del NO, los críos lo escuchan en demasiadas ocasiones al dia. Solo provoca indefensión aprendida, en la mayoría de las ocasiones.
El experimento, Marshmallow
Una entrada donde se recogen contraréplicas al experimento
Antimarshmallow

Nos dejamos llevar con demasiada frecuencia por la información; da pereza saber. La realidad es que durante las últimas décadas se ha incrementado la inteligencia en 10 puntos, pero solo entre los menos favorecidos. Y que dentro de las personas y personalidades que acaparan las mejores posiciones se dan coincidencias de apellidos casi soeces: En política, banca, judicatura. La estatura, belleza y apellidos influyen poderosamente en los bienes de que se puede disfrutar en este mundo.
Me gusta mucho su página.