sábado, 10 de octubre de 2009

Amor de Comedia

Acabo de llegar del cine. He sido fiel a mi cita anual con Woody Allen visionando Si la cosa funciona, una comedia romántica que me ha aburrido bastante, la verdad. Toda la prensa especializada le otorga cuatro estrellas -catalogación como muy buena- y, sin embargo, no he llorado: ni de risa, ni de tristeza, mal síntoma. Una vez más Nueva York y el homenaje permanente de Allen a Manhattan, a la estatua de la libertad, a los amigos que se reunen para tocar música clásica -siempre el clarinete que el propio director interpreta cada jueves en un pub neoyorkino-.

Curiosas alusiones a las supercuerdas por parte de Larry David, el protagonista. Inquietantes citas de Heinsenberg, el premio nobel de física cuántica, para quien "una molécula observada es una molécula transformada"... qué decir de las personas observadas, escuchadas, cuidadas, apoyadas, acompañadas... sin duda son personas transformadas. El ojo que mira transforma al otro. El oído que escucha transforma al otro...

Se pone profundo Woody Allen en su última película. Se está haciendo mayor y aún cuando no pierde el ritmo trepidante de los diálogos, ni cierta chispa irónica, la cinta tiene exceso de acritud, de cinismo, de grises... no exentos de verdad. Si la cosa funciona se centra en las relaciones afectivas... tan complejas siempre, tan ilusionantes al comienzo, tan dolorosas al final. Y las moléculas observadas que resultan transformadas, y las personas amadas que sin duda resultan transformadas. Hay luna llena. Afecta a mis neuronas ¡seguro! La película dura 92 minutos y está financiada por Francia y Estados Unidos.

1 comentario:

Socrates dijo...

A mí me encantó :P

(y creo que es la única película de Woody Allen que he visto a día de hoy, tal vez eso también tenga algo que ver...no llevaba ningún tipo de espectativas, ni buenas ni malas)