viernes, 19 de marzo de 2010

Intuición

Dos años y unos meses después he vuelto a coincidir con él. Esta vez en un castillo que mira al mar. No estamos solos, tampoco hace dos años. Hoy, sin embargo, al reencontrarnos se ha producido la chispa cómplice de quienes se reconocen más allá de las apariencias. Dulce sonrisa la suya, y reverencial, la mía. Él es el maestro y yo la alumna, si es que estos roles significan algo (de nuevo) más allá de las apariencias.
Cien personas entorno a un gurú sexagenario que rueda por el planeta tierra en busca de la sabiduría ancestral desde que alcanzó la edad adulta. De origen chino-cubano se expresa con un castellano dulzón, está más delgado que nunca, y conserva la flexibilidad de junco que permenecía en mi memoria.

El castillo permite unas vistas de lujo: yates, veleros, piraguas, patos, gaviotas, robles, hayas, pensamientos de jardinería, pensamientos de los otros y prácticas taoistas en un bosque del siglo XIX. Cien individuos en busca del santo grial, y el maestro que se niega a seguir alimentando la conceptualización de la vida, y apuesta esta jornada por practicar, practicar, practicar.

A la entrada del salón noble un cartel impreso a todo color y realizado por Beñat dice: El guía interno. Parece que se trata de eso, mientras él juega a otra cosa: a compartir sus conocimientos del I Ching cuyo primer exagrama dice: Observa cuanto te rodea, aprende de la naturaleza, y copia cuanto puedas. Ver fotos del blog.

Cuarenta años de estudio dan para mucho si eres aplicado, perseverante, coherente y por eso tiene mucho que compartir. Por ejemplo, que ya Carl Jung habló del Yo, con mayúscula, para referirse a la identidad del ser... La aportación de esta mañana, a puerta cerrada en el castillo, ha sido que tenemos dos egos: uno positivo y otro negativo. El positivo está al servicio del guía interior o aquello que hemos venido a realizar en esta vida; el negativo va por libre y se impone si le dejamos haciéndonos caer en desviaciones de nuestro trayecto original. ¡¡Qué curioso, dos egos!! Jamás se me hubiera ocurrido planteármelo así. Media vida tratando de aplacar bajo el zapato a mi poderoso ego, y ahora resulta que puede ser un fiel sirviente de la tarea a realizar. Interesante.

Fuera de contexto estas ideas quizá resulten abstractas, o incomprensibles, por eso aportaré una clave precisa facilitada hace... quince minutos: fíjese en sus niveles cotidianos de energía, incluso en cómo se siente en este preciso momento... sobre diez ¿cuánta energía diría que tiene? A más energía, más y mejor conexión con su guía interno; a menos energía, más distancia con su voz interior. Claro, puedo oírle: es festivo, ha dormido más de lo habitual, está tomando vitaminas para la astenia primaveral, ha desayunado muy bien ¡sí claro eso también tiene algo que ver! Algo.

La conexión entre el ego bueno, je je ¡qué divertido suena! y el guía interior se realiza por la escucha atenta de las corazonadas, los sueños, el olfato interno, la intuición, el instinto... Escuchar. Cada día me resulta más vigoroso este verbo, tropiezo con él en todas partes: por ejemplo, en mi trabajo como entrenadora de empresa la escucha es una de las habilidades de práctica continuada, acaso "la habilidad" por excelencia, y el otro día en Innobasque, la agencia vasca para la innovación (situada en el parque Tecnológico de Zamudio) varias decenas de personas enfrentadas a elegir la primera cualidad de la inteligencia emocional optamos por la escucha. ¡Coincidencias, casualidades! Nooo. Seguramente causalidades. Me gustará saber si he sido capaz de transmitir algo en este post. Les dejo ahora. Comienza el entrenamiento de la tarde en el castillo, a puerta cerrada, mirando al mar.

3 comentarios:

Arturo Celedon dijo...

que interesante suena!!!
Como se llama este sujeto a quien hay que seguir la pista?

Azucena Vega Amuchástegui dijo...

Mira las fotos del Picasa,Arturo... y lo descubrirás.
Gracias por el comentario.

Socrates dijo...

Causalmente ando, en estas últimas fechas, dándole vueltas al tema del EGO.

Me viene muuuuuy bien esta información que compartes, querida Azucena, para seguir dándole vueltas :)

Suena bien lo del ego "bueno", creo que merece ser analizado en profundidad, porque me transmite cierta coherencia (a bote pronto).

GRACIAS :)