sábado, 11 de septiembre de 2010

Equipo = Liderazgo Compartido

Acaso el desafío más intenso lo lance un sabio de comportamiento cortés, noble, casi dulce. Tal vez el aprendizaje más transformador ocurra al escuchar al anciano de la tribu. Acontece que estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado, con la persona adecuada, puede modificar tu vida: este es mi caso.

Tengo el honor de participar en un seminario muy reducido con Sabino Ayestarán (catedrático de Psicología Social en la Universidad del País Vasco) en el que este profesor universitario comparte a chorro sus conocimientos en un entorno de absoluta libertad. Le avalan décadas de docencia, investigación, publicaciones, debates y proyectos que están ahí: en su lúcida cabeza canosa. Sin embargo, no es eso lo más valioso sino sus ganas de darlo todo por nada: todo lo que sabe de los equipos empresariales por la nada de una escucha receptiva que Sabino anhela apliquemos en la mejora de las organizaciones.


Desafío Uno. El primer desafío de Sabino Ayestarán consiste en opinar que el individualismo cooperativo no es cooperativismo. Y aún va un poco más lejos al afirmar que desde el cooperativismo los equipos rinden de mínimos, ya que la excelencia precisa cierta competitividad por ser el mejor.

Distingue este sabio de la tribu los llamados equipos de mejora de los equipos de innovación mientras desgrana desde su enciclopédico conocimiento un sinfín de referentes teóricos: Kurt Lewin, John Roberts, la SPSS etc.


Desafío Dos. A su entender, en los equipos el factor más importante es de corte emocional, la confianza, que se consigue cuando los participantes sienten alcanzables los retos que tienen entre manos porque son conscientes de su poderío, de su fortaleza, al mismo tiempo que saben que no serán utilizados mecánicamente sino respetados como personas de valor.

Desafío Tres. Desde su experiencia, en el contexto empresarial contemporáneo existen muy pocos equipos ya que para utilizar este término con propiedad ha de existir un liderazgo compartido, algo muy excepcional. En su ausencia lo que hay son grupos de trabajo, grupos de proyectos, grupos departamentales... que en ocasiones funciona bien, pero no son equipos.


Desafío Cuatro y último. Enseña Sabino Ayestarán que los equipos son lugares en los que se aprende al mismo tiempo que se transforma a las personas, se consiguen los objetivos de la organización, y se responde a las necesidades del cliente. Todo a la vez. Y en esas estoy, como en el Cirque Du Soleil: ..."sin red... más difícil todavía... transformando a las personas, consiguiendo objetivos y satisfaciendo necesidades. ¡Larga vida al sabio!

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