Tengo un diábolo nuevo de color verde que he estrenado en el donostiarra parque de Aiete. Al lanzarlo al aire, roza las ramas de los árboles gigantes que pueblan este bosque urbano lleno de frescor incluso en un día tórrido como esté último domingo del mes de mayo. Tengo que cogerle el punto a mi nuevo artilugio -que no es tan bueno como el de mi infancia ya que pesa menos-. Hoy he conseguido hacer seguidos hasta diez lanzamientos bien altos. Poca cosa sobre mi propia plus marca de veinte o más lanzamientos al celeste en la plaza de mi barrio familiar. Y -como siempre que me dejo llevar por la intuición- he tenido mi sorpresa, una exposición de bonsáis: hayas, varios ejemplares de acer japonés, pinos, ciruelos, manzanos, secoyas... ¡Cuánto amor en el cuidado de estos ejemplares algunos de los cuales son más ancianos que yo, que ya es decir, je je!! He aprendido algunos trucos para mis propios experimentos (tengo tres espacios grandes de plantas, árboles, helechos...) y les he comprado dos papeletas para contribuir a la recuperación de Japón tras el terremoto (www.donosticlubbonsai.org).
Después, bajo una gigantesca haya, he repasado toda la prensa dominical para descubrir que Gipúzcoa -a decir de Carlos Luna- es un Silicon Valley de lo emocional. ¡¡Qué bien, cómo me alegro por Olga de Innobasque, por Roge de la UPV, por Arantza de la Universidad de Deusto, por Ángel de Adegi, por tantos amigos que llevan años apostando por la inteligencia emocional en nuestro paisito!! Carlos Luna es el Director General de Angulas Aguinaga (www.angulas-aguinaga. es) organización guipuzcoana que acaba de ser merecedora del premio empresa flexisegura. Tras recibir el galardón, el directivo ha declarado que la verdadera innovación está en cómo se relacionan las personas en las empresas. ¡Oleee, eso es salero!
Cierro los diarios, guardo los boletos del club donostiarra del bonsái, monto en mi bicicleta, llego a casa y pienso en la agenda de mi semana: puedo contribuir con intensidad a la innovación social, todo un regalo que disfruto. Un sueño. Me deslizo del lado derecho de mi cama y me duermo: mañana la jornada comienza a las 7.00 en el Silicon Valley vasco ;-D
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