martes, 8 de enero de 2013

Travesuras de Adultos


No estoy segura de la hipótesis de Risto Mejide, personaje televisivo al que no conocía (ya que no veo nunca la "caja tonta"). 

Afirma el publicista, redactor, tertuliano y escritor que "molestar vende", y aunque Annoyomics resulta un libro entretenido no exento de argumentos, no acaba de convencerme.

En inglés Annoy significa molestar y omics supongo que es el último residuo de economics, así que a Risto le adorna el talento de crear vocablos a partir de la suma de los conceptos que constituyen el núcleo duro de su discurso: molestar y economía.

La hipótesis de que "molestar vende" está adobada con numerosos casos reales en los que el escándalo, lo políticamente incorrecto, lo inesperado, el oportunismo y el mal gusto se han transformado en algo rentable.

En la contraportada del libro -publicado por Gestión 2000 y prologado por Leopoldo Abadía- se recopila que Mourinho molesta, que Ryanair molesta y que también lo hacen Lady Gaga, Julian Assange, Benetton, Galliano, Salman Rushdie, Madonna y hasta Apple.

La lectura de este libro me ha recordado la intensa polémica que mantengo con dos emprendedores empeñados en comprar publicidad a cualquier precio, y en alcanzar la fama. Yo doy el O.K. ¡cómo frenar su arrogante fuerza juvenil! pero me permito recordarles que en el mundo empresarial hay que jugar a corto, medio y largo plazo; que es mejor construir prestigio que fama; y que la clientela se acaba quedando con el que genera confianza a base de coherencia, de calidad en el servicio, de seriedad en los argumentos, y de corrección en el trato (salvo que se trate de actores o políticos).


Molestar vende y te posiciona en google durante un tiempo (y eso quizá engorde tu cuenta corriente), pero no somos flor de un día ¿qué tal fidelizar a los clientes? y ¿tener principios? e incluso ¿contribuir a la construcción de un mundo mejor?

La propuesta de Risto Mejide suena a fuego de artificio, a traca de carnaval y a rostro cincelado con mega-pixels. Supongo que también hay que tener coraje y desparpajo.

Redimo algunas ideas de Annoyomics: Lo primero que se necesita para innovar es fascinación por el asombro. La clave del éxito de cualquier emprendedor está en jugársela. Y -sobre todo- la de la página 142: transgredir en castellano antiguo significaba hacer travesuras. ¡Me encanta! 

No me ha convencido, aunque me ha dejado inquieta: ¿y si tuviera razón?

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