Desde que soy autónoma (2002), cuando me tomo un respiro siento que estoy "abandonando" mis proyectos y me pellizca (un poco) la culpabilidad. Pero hoy ha ocurrido algo que me invita a replantear mis parámetros de productividad.
Cuando he enviado la newsletter de enero a mis contactos profesionales -pensando que el planeta entero estaría ya pedaleando- he descubierto que el veinte por ciento aún está "out of office". ¿Que les parece?
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