lunes, 15 de enero de 2018

¡Ponte en marcha! ¡Mejora el mundo!



Sir John Whitmore fue el padre del entrenamiento empresarial y autor del primer libro de coaching del planeta. En el año 2002 tuve el honor de ser formada por John que era un hombre fantástico (falleció el pasado mes de noviembre de 2017) y creía en mí más que yo misma, mis amigos y familiares juntos. ¡Tal era su generosidad de espíritu! y capacidad de ver en las personas el potencial en clave de futuro.




El legado de John (conocimiento, experiencia y humildad) va siempre conmigo y orientan mis zozobras profesionales. Aunque no es lo mismo, su empresa, Performance Consultants Internacional (con sede en Londres), sigue adelante gracias a la lealtad de David Brown a quien conocí en una fiesta en Neguri (Vizcaya).

Si hoy me acuerdo de Whitmore es porque entre las semillas que plantó en mí se encuentra la de la enseñanza. Hace más de dieciséis años me animaba a dedicar parte de mi actividad a la docencia de profesionales en activo. Con frecuencia me decía: "... Si quieres aprender algo... ¡enséñalo, Azucena!". Y aunque tardé años en superar el vértigo de mi pequeñez-timidez-sosez, finalmente me puse en marcha en una dirección que en 2018 alcanza la décimo cuarta edición en formato curso titulado: Construir Equipos para Transformar Organizaciones.

Whitmore tenía razón: gracias a los profesionales que aparecen en la fotografía (enero de 2018) he aprendido mucho, disfrutado, y sufrido (un poco) cuando hemos analizado "casos empresariales" que -siendo de diferentes sectores- comparten algunas características preocupantes. Pero... ¡hay esperanza!




¿Dónde hay que poner el foco para construir equipos que transformen las organizaciones? ¿Dónde hay que buscar la solución al sufrimiento innecesario? ¿En qué lugar se halla la caja de los sueños realizables? ¿Hacia donde hemos de mirar quienes -quizá con ingenuidad- aspiramos a cambiar el mundo que habitamos?

Desplegar una respuesta sensata a las preguntas formuladas alcanzaría para las próximas cien entradas de este blog. Sin embargo, lo voy a sintetizar en unas líneas:

El bien común -aquel que nos incluye a todos y sobrevuela el interés partidista- es la solución a tantos dilemas económicos, sociales y profesionales. El bien común sobreponiéndose al individualismo, el ego y los reinos de taifas. El bien común cuya teoría ha desarrollado magistralmente el profesor de la Universidad de Economía y Negocios de Viena, Christian Felber, y del que también escribe Antón Costas en El País. El bien común situado en el eje central de Reinventar las Organizaciones de Frederix Laloux. Todo está diseñado, escrito y esperando lo utilicemos como una brújula en nuestra evolución como especie. Comparto con ustedes el impulso que hace más de una década me lanzó Whitmore: ¡Ponte en marcha y haz todo lo que puedas para mejorar el mundo! 


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