Los gladiadores han muerto. Los fondos de inversión devoran el entramado empresarial vasco con suculentas ofertas a prósperas industrias familiares en segunda generación.
Sus padres levantaron pabellones y negocios con sangre, sudor y lágrimas... Los alevines sólo quieren dinero... ¿por qué? ¿para qué? ¿dónde se ha ido el "alma" de las organizaciones?
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