“…
Es fácil quebrar una ramita de acacia -dijo el anciano de la tribu-. Sin
embargo, nadie puede quebrar las ramitas cuando forman un haz de tres, cuatro o cinco..." -añadió sonriendo con dulzura-.
Somos fuertes cuando estamos con otras almas. Cuando estamos unidos a los demás no nos pueden romper. Narración oral (de origen africano) recogida por la psicoanalista junguiana Clarissa Pinkola Estés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario