domingo, 28 de mayo de 2023

Sin calma... la vida degenera en supervivencia

 

Desde hace unos meses vivo más tiempo en mi casa de la montaña. Pasar más horas rodeada de naturaleza facilita algunas cosas y dificulta otras. Lo más curioso es, sin embargo, que se mantienen ciertas constantes, como mi adicción a una actividad que amo: mi trabajo con y para las personas.

La casa de la montaña formaba parte de un cierto cambio existencial en busca de menor intensidad laboral y mayor ocio activo (monte, deporte, pintura, lectura, escritura) y ocio contemplativo. 



Transcurrido más de un semestre confronto mis planes con la realidad: sigo trabajando con parecida intensidad y viajo más. El ocio activo se ha incrementado -y estoy muy contenta de haberlo conseguido-, pero el ocio contemplativo se mantiene como una asignatura pendiente: lo vivo como un fracaso que me he propuesto subsanar durante los meses de verano en los que frenaré la maquinaria laboral que resulta tan satisfactoria como cansina.

Estas reflexiones se producen al mismo tiempo que algunos de mis directivos se colapsan por agotamiento y sobrecarga en el sistema: pierden la voz o el ánimo, caen en astenia de preocupante intensidad, padecen molestias estomacales o -sencillamente- se preguntan si les compensa el sobreesfuerzo que realizan a diario.

También coinciden estas reflexiones con el descubrimiento del último libro del filósofo surcoreano Byung Chul Han titulado "Vida Contemplativa" (editorial Taurus) donde afirma: "... Sin calma, se produce una nueva barbarie regida por el péndulo acción-reacción. El callar le da profundidad al habla. Sin silencio no hay música, sino ruido y alboroto. El juego es la esencia de la belleza. Sin calma, la vida degenera en supervivencia, en desnuda vida animal...".




Desnuda vida animal... no quiero eso para mí. Anoto la alerta del filósofo a quien leo desde hace más de una década y me propongo frenar, modular el paso, hacer menos y contemplar más. Ya les contaré si lo consigo, al fin y al cabo me va (nos va) la vida en ello.


2 comentarios:

Coachcarlos.es dijo...

En un mundo agitado, es fundamental encontrar la calma interior. Si sientes que te falta, considera la ayuda de un coach. Te guiará para descubrir herramientas y estrategias que te permitirán vivir de manera más plena y consciente. ¡Prioriza tu bienestar y encuentra tu equilibrio!




Azucena Vega Amuchástegui dijo...

Muchas gracias, Carlos. Un saludo.