jueves, 26 de mayo de 2011

Una empresaria-bonsái

Estoy bajo sock y deseo compartirlo. Me han adjudicado uno de esos proyectos profesionales que rozan lo imposible y con los que a veces fantaseo. Una gran corporación vasca me ha elegido como change manager y entrenadora de nueve líderes durante un año. Mi propuesta artesanal (y sin logo de postín) se ha batido el cobre con los pesos pesados de la consultoría vasca e incluso con alguna organización de ámbito nacional.

Confesaré mis emociones encontradas, las que emergen en mi interior segundos después de haber leído el Email en el que me informan de la adjudicación del proyecto seleccionado entre una veintena de alternativas. Lo haré sin filtro, ni mesura, je je...

Siento un poco de pánico ante el desafío de entrenar a líderes del máximo nivel del mundo de la investigación. También un poco de risa porque mi propuesta ha desbancado a otras de muchos folios de papel couche y carpeta con imagen corporativa. Vivo con especial orgullo el logro de un David frente a un Goliat configurado por las grandes firmas, el éxito de una empresaria-bonsái sin maquillaje. A un nivel irracional es como si triunfase la desnudez de la persona y -en este sentido- es el éxito de todos los que configuramos este blog: ustedes, yo, mi asistente, el filósofo de Aiete, la sirena y el resto de personajes que dan vida a este espacio.

Veamos el menú: un pellizco de pánico, un poco de risa, un cierto orgullo y la certeza de que es posible ser uno mismo -incluso radicalmente uno mismo- y no morir en el intento. Fíjense, esta parte me emociona porque fortalece mi terca creencia en que decir lo que uno realmente piensa, y ejercer cierto grado de imprudencia temeraria en la defensa de tus valores profesionales, es compatible con la prosperidad. En una palabra: que incluso las grandes corporaciones aprecian la autenticidad. En un momento de las negociaciones yo recomendé que contratasen a una consultoría de Bilbao por el desmesurado volumen de trabajo... ellos han hecho caso omiso, y han dimensionado el proceso.

Estoy contenta por la adjudicación de este proyecto. Ahora sólo me queda gestionar mi pánico, afilar mis neuronas, ordenar las herramientas de entrenamiento, clarificar el estilo de liderazgo de cada líder, responder a las expectativas de la organización, estirar mi agenda-chicle, estar a la altura del director general cuya mente láser desmonta la Nasa en un plis plas... Pufff... espero sigan ahí, apoyando... apoyándome. ¡Gracias!

6 comentarios:

Maite Bazán dijo...

BRAVO¡ Si persigues tus sueños, éstos se harán realidad. Al carajo los miedos, los temblores y los pánicos. ¿Quién dijo que no era posible? Este es tu año pequeño bonsai, y estoy segura que lo harás genial, con esa elocuencia tuya que te acompaña, con la barita mágica de princesa, la ovejita mensajera y el cangrejo hermitaño. Y sobre todo .... contigo misma. Mi más sincera enhorabuena y a por ellos que todavía no son líderes del todo, dentro de 12 meses, seguro que lo serán. Besos mil

H dijo...

Enhorabuena, tu puedes. Estoy segura. Como se decía en aquella peli: "Nena, tu vales mucho". Bicos,

H

Me tomo una virtual contigo

Anónimo dijo...

Mi más sincera enhorabuena, Azucena!!!

Estoy seguro que tu Talento va a estar a la altura del Reto...y que vas a disfrutar mucho en el proceso.

Un abrazo,

Ander

koral dijo...

Pues claro que sí. Bravo por tí Azucena!!!!!
Me ha encantado sobre todo este comentario que haces :"fortalece mi terca creencia en que decir lo que uno realmente piensa, y ejercer cierto grado de imprudencia temeraria en la defensa de tus valores profesionales, es compatible con la prosperidad".
Enhorabuena y un gran abrazo.

Anónimo dijo...

¡¡Enhorabuena, Azucena!!

Un abrazo,

Jasone.

Alicia Alberola García dijo...

Enhorabuena Azucena!
El atreverse a intentarlo siempre es positivo y más en tu caso que has conseguido el propósito.
...y al pellizco de pánico...ni caso!
Alicia Alberola.