Para mi amigo Javier:
Durante las últimas seis semanas la gotita (el contador que aparece abajo del todo, en color azul) ha estado fuera de combate lo que me ha desconcertado bastante.
Acaso sean ñoñerías mías, pero me he sentido un poco a la deriva: sin saber si entraban (o no) al blog los habituales lectores de Kiev (Ucrania), Mountain View y Hayward (California, Estados Unidos), Medellín (Colombia), Pamplona, Hernani, Vigo, Lugo, Mondragón, Burgos o Bilbao (España).
Tampoco me resultaba posible confirmar qué artículos (posts) estaban siendo leídos. Según puedo comprobar ahora, los favoritos han sido: Comunicar con uno mismo, con los demás y con dios; El tío Zóvar o un gramo de esperanza; Sufrir con encanto; La vida habla desde la guarida del tiempo y Tomarse un respiro, entrenar y ¡lograr!
Por supuesto tampoco podía descubrir cuántos lectores conectaban cada día con el blog, quiénes accedían por primera vez o a través de qué redes, ni el número de usuarios en línea: nada de nada. Esta ceguera -que ya ha terminado gracias a las habilidades informáticas de mi hija- me ha hecho recordar dos cosas. La primera, que acaso sea cierto lo que tantas veces he leído en los manuales de management ... En las empresas lo que no se mide no existe. Sin puntos de referencia objetivos resulta imposible tomar decisiones eficaces como escribir con mayor (o menor) asiduidad, de temas más soft o más hard, pegados a mi privacidad o exclusivamente empresariales, con fotos o sin ellas... Resulta imprescindible contar con datos fiables para tomar decisiones -tras un análisis minucioso-.
La segunda sinápsis vinculada a la gota azul proviene de mi mundo infantil cuando la madre María (una religiosa regordeta llena de amor) me enseñó a contar con un ábaco de colores cuando yo sólo tenía cuatro años. Un ábaco, e infinita paciencia con una niña revoltosa e hiperactiva.
Estamos de ¡Enhorabuena! volvemos a tener la compañía del contador, la gota azul que facilita algunos datos interesantes sobre ustedes, los lectores, que dan sentido a lo que escribo.
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