Bosteza el sol primaveral en la bahía, donde los perros dibujan círculos perfectos sobre la húmeda arena.
Me dirijo al despacho. Hoy entrenaré a clientes y aprenderé de ellos (con ellos) tanto o más de lo que yo pueda inspirarles.
Es la magia del principio sistémico dar-recibir que se renueva como las mareas, el amanecer-atardecer, la acción-contemplación... ¡Me siento tan agradecida a la vida!
1 comentario:
¡Qué bonito!
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