domingo, 6 de mayo de 2018

La universidad... ¿forma para trabajar?



Sólo un 10% de las empresas están interesadas en la nota media de los universitarios que contratan, afirma la plataforma de BeWanted tras haber analizado más de 12.000 procesos de selección. Cabe preguntarse. ¿Qué es lo que les interesa a las empresas?

Las organizaciones del siglo XXI son conscientes de la necesidad de competencias hard (conocimientos en biomecánica, ortodoncia, ingeniería genética o física cuántica) y cada vez con mayor intensidad anhelan contratar a personas que además tengan competencias soft que -según un reciente estudio de Universum- no se imparten en las universidades. ¿De qué hablamos?

La investigación realizada entre 22.000 universitarios españoles revela que un cuarenta por cierto demanda a sus centros de estudio competencias transversales que no se ofrecen en aula tales como la tolerancia a la presión (resiliencia), comunicación, gestión de conflictos y -sobre todo- trabajo en equipo. ¿Qué hacer ante semejante desafío?


8 de junio de 2018, taller sobre equipos en Zaragoza


Tres preguntas que todo profesional ha de responder antes de iniciar una búsqueda activa de empleo: ¿Qué les interesa a las empresas? ¿Cuáles son mis competencias hard y soft? y ¿Cómo fortalecer aquella musculatura que siendo transversal a diversos puestos y sectores resulte relevante y diferencial para que nos contraten?

Quizá sea cierto que el dueño de un martillo ve clavos por todas partes, pero aún a riesgo de encarnar el tópico compartiré con ustedes que construir equipos de trabajo a partir de un grupo de personas es una clave esencial que se enseña, aprende y ofrece un retorno espectacular de la inversión.

Por partes: mi expertise -aquello que se ha practicado durante más de 10.000 horas- es construir equipos para transformar organizaciones. Digamos que este es el martillo que aplico allá donde me encuentro obteniendo buenos resultados, algo que siempre alegra la existencia. El retorno de la inversión se refiere al dinero (lo más obvio), al tiempo que conlleva la formación que imparto (seis meses), y la esperanza. Acaso la esperanza que traen los alumnos sea lo que más entusiasmo y compromiso genera en mí: no defraudar sus necesidades, expectativas o anhelos para encontrar un empleo de calidad, progresar en su empresa, crear su negocio o desarrollar a otros. Antes de embarcarse en un proyecto formativo de envergadura uno debiera conocer a la persona que lo impartirá para comprobar qué tipo de resonancia se produce en nuestra cabeza, corazón y manos (ganas de llevar a la vida lo aprendido). Por esta razón ofrezco un taller intensivo antes de comenzar la formación semestral. Este año será el 8 de junio en las instalaciones de Ibercaja en Zaragoza un lugar bello en el que aprenderemos juntos. También reiremos, pasearemos, tomaremos apuntes, trabajaremos casos empresariales y comeremos en un salón espectacular con vistas al bosque. Es una experiencia que hemos vivido en las quince ediciones anteriores y recomiendo. Toda la información en este link. ¡Ojalá nos veamos allí!

   

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