Todos calvos... ¿o no? Acabo de leer un libro que me han regalado -titulado Los próximos treinta años- en el que se recomienda tomar las riendas de la propia vida para estar (en tres décadas) en el paraíso profesional. Ya saben, el viejo adagio de ser protagonista y no espectador de la existencia. El volumen formó parte de un show marketiniano el pasado mes de abril 2010 -en el palacio de congresos Kursaal de San Sebastián- donde la flor y nata del empresariado, la cultura, la gastronomía, el arte y la política se dan cita anualmente previa invitación selectiva de Eurogap.
El caso es que me ha llegado (con dedicatoria incluída) y que a mí ¡cáchis! ya no me da tiempo a poner en práctica los consejos de Álvaro González Alorda, profesor del IESE -entre otros muchos galardones- quien presume de ser un "pasajero preferente" en todos los aeropuertos internacionales. Entiéndanme, por favor, creo que no era necesario que cada seis páginas citase un par de vuelos entre Miami y Nueva York, entre Singapur y Moscú ¿o era imprescindible? En mi opinión, esas referencias de glamour no aportan gran cosa al contenido de las 159 páginas (por lo demás bastante digeribles) y hacen que te sientas excluido del mundo hight level (nivelón) de González Alorda.
Tras la lectura de un libro de empresa, suelo resumirlo por escrito pensando en los clientes que no tienen tiempo o ganas de leer. También lo hago para dotarme de materiales actualizados que incorporo a los apuntes que facilito en mis clases como profesora invitada en universidades y escuelas de negocios. Este domingo por la tarde toca porque dispongo de un par de horas, llueve, y la casa está tranquila y vacía ya que todo el mundo se ha volcado en sus actividades outdoor, je je... se me ha contagiado el snobismo del autor quien en el capítulo en el que recomienda bibliografía cita sus libros de cabecera entre los que se encuentran nueve títulos en inglés y tan sólo uno -Construye tu sueño, de Luis Huete- en castellano.
Si quieres ser un top ten (un profesional de élite) has de especializarte para ser excelente al tiempo que encuentras un maestro que te ayude a diseñar tu trayectoria (en su caso, Luis Huete). Además has de organizarte para aprender rápido eliminando lo que te quita energía y te hace perder foco. Conviene incorporar a tu vida disciplina y pedir feedback a amigos y enemigos de manera que sus opiniones te ayuden a mejorar. También hay que rodearse de profesionales valiosos, cultivar la amistad, y crear una poderosa marca personal, mientras diseñas tu propio modelo de negocio y utilizas las redes sociales con una estrategia clara y consistente. Algo fundamental es mejorar tu capacidad de comunicación escrita, oral y audiovisual, trabajar desde fuera de la oficina, transformar la adversidad en aprendizaje, y ser ambicioso: no dejar que "los prudentes" empequeñezcan tus sueños.
Los próximos treinta años... A mí ya no me da tiempo: he de acelerar el proceso y confío en que la intensidad del esfuerzo no me deje calva, como la cantante de Ionesco je je... ya les iré contando. Soy consciente de que no todos tenemos padrinos galácticos del nivel de Luis Huete, lástima... No por ello habrá que cesar en el empeño.
2 comentarios:
¡Cómo que no te da tiempo a poner en práctica!? Creo recordar que mi maestro Chaim Taub me machacaba en sus Master Classes a sus 85 años.... :)
Éste NO es prof del IESE. Ya le gustaría... basta con ir a la web para comprobar que no consta. Es otro aprovechadillo que se arrima al fuego que más calienta...
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