lunes, 31 de mayo de 2010

Contrastes

He tomado un cortado con un hombre que lleva los brazos tatuados desde la parte inferior del hombro hasta la muñeca. En una céntrica terraza-cafetería de Vitoria hemos compartido mi merienda (un bol de cerezas) y hemos charlado de lo divino y lo humano. Me ha enseñado fotografías de su hijo (en el móvil) y de su novia (en el móvil). Hemos compartido veinte minutos y después me ha mostrado su Harley Davidson con la que realiza muchos kilómetros cada fin de semana en busca de cariño. ¡Ah! he olvidado contarles que este hombretón rudo tiene los ojos de un niño y que -cuando sonríe- su barba huele a inocencia. Quizá por ello dice haber sufrido mucho de amores. Quizá por ello se agarra a una relación que le atormenta tanto como le apasiona y a la que mima como a una princesa. Hasta el punto... de que me ha preguntado si me parece correcto gastar ochocientos euros en un fin de semana en Cadaqués. ¿Correcto? Quién soy yo para encarnar al Oráculo de Delfos ¡Dios me libre! Le he comentado que yo con un periódico, un paseo, un cortadito, unas cerezas, una conversación interesante y poco más soy muy feliz... ¿de once? me ha preguntado él que sabe que siempre le pido cuantifique su satisfacción, hartazgo o lo que fuere... Bueno -le he contestado yo- de diez, por ejemplo, el pasado fin de semana en Zaragoza a pesar de haber trabajado algo más de diez horas. Es un hombre capaz de ganar más de seis mil euros al mes con la cascarilla, algo de cuya existencia yo no sabía hasta conocerle. Se trata de las virutas de la chatarra y -por lo que me cuenta- es de alta rentabilidad. Entre risas le he comentado -mientras miraba de soslayo sus tatuajes- que muchos de mis gerentes quisieran ganar esa cantidad por sus sesudos desvelos con la cuenta de explotación. No me ha creído, se ha quitado importancia, ha mirado para otro lado y se ha comido la última cereza. Mucho más tarde me he acordado de aquel libro Dios vuelve en una Harley...

2 comentarios:

Unknown dijo...

mmm ese libro, me gustó mucho...creo que lo voy a releer...gracias por recordármelo!!!

Gorka dijo...

me ha gustado mucho este relato Azucena...Espero que dentro de poco, si nuestras agendas lo permiten jejeje, sea yo quien comparta las cerezas contigo.

Un fuerte abrazo