El sábado pasado, de regreso tras una maratoniana jornada laboral lejos de casa, coincidí en el tren con una amiga a quien antaño hice Coaching. Contenta y agradecida por los resultados obtenidos, quiso devolverme el favor y de una manera espontánea se puso a hacerme preguntas sobre mi propia vida y profesión.
Obligadas a permanecer asiento con asiento no había posibilidad de escape a su inquisitivo verbo. Primero me elogió como un referente en el ámbito del entrenamiento de líderes y equipos; más tarde cito casi de memoria muchos de mis artículos publicados en prensa on y off line; a continuación recordó las más sonoras ponencias en las que he participado y después -cuan estocada- me dijo: "Creo, Azucena, que ha llegado el momento de que te lances a lo grande ¡a por las multinacionales de Madrid y Barcelona!".
Permanecí un rato en silencio rumiando su propuesta con la misma parsimonia que el rebaño de ovejas al otro lado de la ventanilla de nuestro compartimento. Madrid. Barcelona. Multinacionales. Por fin giré la cabeza hacia mi amiga y fui capaz de articular una frase que escuché hace años al líder de Los Secretos, Álvaro Urquijo. Cogí aire y le contesté: "El tiempo sin los míos lo mido en quilates". Vale, me dijo, ¿quién ha sugerido que cobres barato? Nos reímos, fuimos juntas a la cafetería, volvimos a nuestro vagón y retomamos la charla. La verdad (confesé) es que no me apetece nada rebotar como una pelota de ping pong por la geografía nacional, durmiendo en hoteles, comiendo menús y coleccionando diminutos tarros de mermelada y miel (manía de llevarme uno de los buffets del desayuno).
Careces de ambición, sentenció ella poco antes de quedarse dormida. Y como ya no me oía, fue una voz en off la que susurró: El tiempo sin los míos lo mido en quilates. Media hora después llegamos a nuestro destino: Estación del Norte en San Sebastián (Guipúzcoa). El paisito que tanto amo.
2 comentarios:
ahora entiendes mi enconchetamiento. Paesito paesito, agobios, menús, algún que otro tarro de confitura pero.... que bien se duerme en casa.
Bien hecho
Pues en mi opinión tu ambición es de las más difíciles de conseguir. Enhorabuena por haberla alcanzado.
Me apunto la frase.
Bicos,
H
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